Eugenia, enfadada con Fran por airear los trapos sucios de su matrimonio

Eugenia Martínez de Irujo está muy molesta con su ex porque cada poco tiempo las noticias relacionadas con él la colocan otra vez en un indeseado primer plano de actualidad. Y, como dicen en su entorno, "sin comerlo ni beberlo". Si hace unos meses fue la solicitud de cambio de custodia de Tana, la hija común nacida de su matrimonio, la que fue protagonista de las noticias relacionadas con ella , ahora ha sido el proceso de anulación por lo que se ha visto de nuevo involucrada en una historia antigua que vuelve al presente a causa de la proxima boda de Francisco Rivera con Lourdes Montes, que tendrá lugar el próximo 14 de septiembre. 

El documento en el que se solicita la anulación, y que se analiza con lupa de forma pública es el que tiene alterada a Eugenia. Hay afirmaciones del torero   que para ella vuelven a ser dolorosas. No sólo por el hecho de declaraciones como  "soy un conquistador insaciable incapaz de cumplir con mis obligaciones de pareja" sino porque el diesto manifiesta que se caso porque no tenía más remedio. Según sus propias palabras "no me quedó otra salida". Que todo el mundo conozca los detalles de lo que fue su noviazgo y matrimonio con el torero ha supuesto un bajo golpe para la duquesa de Montoro.

Desde su entorno apuntan que todo este lío mediático no es bueno para  ninguno de los dos. A poco menos de dos meses de contraer matrimonio por segunda vez, Francisco Rivera vuelve a reencontrase con sus fantasmas y por ende, el de su ex. Según el círculo de la expareja, la más perjudicada vuelve a ser Tana. "Menos mal que ha terminado el colegio porque siempre hay algún compañero que le puede hacer comentarios de dudoso gusto", aseguran.

Sin embargo, es bastante habitual que en las anulaciones eclesiásticas siempre haya que buscar culpables. Eugenia no puso pegas a la nulidad. Su problema parece residir en la propabilidad de mentir, algo que se niega a hacer. "Ella sí se casó muy enamorada de Francisco y lo estuvo hasta que la relación se hizo insostenible a causa de las infidelidades que él reconoce en sus testimonios dados con el fin de obtener la nulidad eclesiástica".

Lo peor que peor parece llevar Eugenia es que cada vez que se tratan televisivamente temas relacionados con la vida amorosa de Francisco sale ella a colación con sus supuestos novios y amantes. Asegura que unos son reales y otros pura ficción que poco o nada han tenido que ver con su realidad afectiva.

A pesar del enfado, Eugenia Martínez de Irujo parece vivir su vida tranquila, con su trabajo en Tous, su proyecto solidario canalizado a través de Pequeño Deseo y procurando, según su círculo, mantener un perfil social lo más bajo posible. De formar parte de los ‘photocall’ ha pasado a compartir reuniones en casas de amigos íntimos y poco más. Ahora, se prepara para un verano que, como el del año pasado, será familiar. Tiene previsto visitar a su madre, la duquesa de Alba, en San Sebastian y después en agosto irá a Ibiza en compañía de esta y de su hija Tana. Sin embargo, sus alolegados afirman que, hasta el 14 de septiembre y la esperada boda de Fran, aún quedan muchas historias que contar y muchos sapos que tragar.