Esperando a Penélope Cruz llegó Javier Bardem

Desde hace unos días, la expectación es máxima en la clínica Ruber Internacional ante la inminente llegada de Penélope Cruz para dar a luz a su segundo hijo. Para estar prevenidos, cámaras de distintos medios de comunicación llevan varios días haciendo guardia en las inmediaciones del centro médico con la intención de inmortalizar la entrada de la actriz y la llegada de sus familiares. Sin embargo, este lunes los profesionales gráficos cayeron en la trampa al creer que el gran momento había llegado al comprobar cómo Javier Bardem accedía al interior del edificio de incógnito haciendo imposible que se le tomasen fotografías.

Lejos de dar la bienvenida a su segundo retoño, el actor patrio más internacional acudió a la clínica madrileña para realizarse una resonancia lumbar para comprobar el estado de una antigua lesión. En 2009, Bardem tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de una hernia discal en el International Neuroscience  Intitute de Hannover, Alemania, tras haber sufrido un percance durante el rodaje de la película Biutiful. El sobreesfuerzo que realizó el actor al levantar en volandas a su compañera de reparto le provocó una hernia discal, que en un primer momento fue tratada con infiltraciones de anestesia y cortisona. Más tarde, aconsejado por el jefe de los servicios médicos de la selección nacional de futbol alemán, Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt, decidió pasar por quirófano.

La visita médica de Javier Bardem a la Ruber Internacional para calmar sus dolores de espalda provocó en su momento un gran revuelo entre los profesionales gráficos que se encuentran apostados en la entrada del edificio desde hace unos días. Pero ésta no ha sido la primera falsa alarma que se ha producido en torno a la llegada del nuevo hijo de Penélope Cruz. Hace unas semanas, diversos medios de comunicación anunciaron el ingreso hospitalario de la actriz e informaron que el nacimiento se produciría en las próximas horas. Poco después se comprobó que la visita de la intérprete de Alcobendas se debía a una rutinaria revisión propia del avanzado estado de gestación en el que se encuentra.

La historia se repite

Días después, volvió a cundir el desconcierto entre el dispositivo gráfico apostado en la Ruber Internacional cuando la actriz realizó una nueva entrada en el centro hospitalario para realizarse una última monitorización fetal previo al parto. En esta ocasión, Penélope trató de evitar ser ‘cazada’ por los fotógrafos accediendo al interior de la clínica a través de la puerta de mercancías. Esta táctica de despiste no pasó desapercibida por los paparazzi que, a pesar de no poder captar su llegada, intentaron inmortalizar su salida. Esta no se produjo por ninguno de los sitios hábilmente vigilados para la ocasión, lo que dio pábulo a los rumores de que finalmente la actriz había ingresado para convertirse en madre por segunda vez. De nuevo, no fue así.

El secretismo que rodea a la pareja de actores y lo celosos que son con su vida privada dificulta más si cabe la labor informativa de los periodistas. Su segundo embarazo, como el primero con el pequeño Leo, nació a modo de rumor y fue pululando así por las distintas redacciones. Nadie se atrevía a dar por buena la noticia y el temor a una demanda judicial por intromisión en su esfera privada cohibía a aquellos medios que tenían más o menos constancia del estado de buena esperanza de la actriz. De igual manera, el sexo del bebé y el posible nombre elegido por sus padres continúan siendo unos grandes interrogantes y habrá que esperar hasta su nacimiento para desvelarlo. Eso sí, para ello la actriz debe ingresar definitivamente para dar a luz, después de tres falsas alarmas, y lo más difícil: superar su habitual silencio ante la prensa para aclarar las dudas.