Los duques de Alba, felices y sin ruptura a la vista pese a los numerosos rumores

La separación física de Alfonso Díez y su duquesa no tiene ningún paralelismo con los desencuentros geográficos de los príncipes de Asturias este verano. En el caso de la consorte real, quiere vida privada y la busca. Pero, en cambio, el duque de Alba lo único que hace es dejar el campo libre a su mujer cuando está con sus nietos.

Los planes vacacionales de la duquesa son muy diferentes cuando está con Luis, Amina y ‘Tana’ a cuando está con su marido. En este caso, el entretenimiento vacacional consistía en tardes de charla con los amigos, como hacían en San Sebastián con escapadas a Francia y días más calmados en Ibiza. En las vacaciones con los adolescentes los protagonistas son ellos.

Lo único que ha cambiado este año ha sido que el duque de Alba debía resolver algunos asuntos relacionados con la nueva casa que ha comprado en Sanlúcar de Barrameda y pasar tiempo con su familia, sobre todo con su hermano Pedro. Por ello ha retrasado su viaje a Ibiza, donde a principios de mes ya estaban Eugenia y su hija ‘Tana’ y después los mellizos con su padre Cayetano, pero por fin Alfonso ya está en la isla pitiusa.

La duquesa continúa con su recuperación y una de las recomendaciones de sus médicos fue que hiciera ejercicios en el mar, como así ha hecho en Ibiza, y no en San Sebastián donde meterse en el agua resultaba una heroicidad. Para una venerable dama nonagenaria las temperaturas del norte son más adecuadas para dar paseos que para emular a David Meca.

El hecho de que su marido no haya estado con ella los primeros días acompañándola en sus baños como si hizo el año pasado, no tiene nada que ver con malos rollos y mucho menos con enfados. Y así lo han comentado los dos a sus amistades preocupados por los rumores que circulaban sobre su posible distanciamiento.

Las imágenes de Díaz en una zodiac de excursión a Formentera es el mismo plan que hizo en agosto pasado aunque no hubo fotos. Esta vez sí y, este viaje unido a su “tardanzas” en reunirse con su mujer, han sido la base para pensar que la crisis acecha también a los duques de Alba.

“Que Cayetana se subiera a la lancha habría sido como mínimo una imprudencia. Sin olvidar que al ser fotos no pactadas podrían ser tomadas en malas posturas. Y ella, que es muy coqueta, se disgustaría como ha ocurrido con las publicadas en bikini”, relatan a Vanitatis desde el entorno del matrimonio.

Cayetana tampoco acompañará a su marido a Sotogrande, donde el último fin de semana de agosto será el protagonista de la final del campeonato de polo internacional, donde hará entrega al equipo ganador de la copa de oro Land Rover.

La única diferencia que hay entre el Alfonso que acude sólo a los sitios y cuando va de consorte, es que de single resulta mucho más dicharachero y encantador. A la duquesa no le gusta nada que mujeres de cualquier edad le den conversación a él antes que a ella.