El empresario Pérez-Simón y la viuda de Luis García Cereceda anfitriones de Carlos Slim

El año anterior, Juan Antonio y Silvia tuvieron a Jaime de Marichalar como invitado especial. El exduque no ha repetido este agosto y ha preferido la vida social y familiar de Sotogrande, primero, y Soria, después. El lobby asturmexicano, que así denominan al grupo de empresarios españoles que emigraron casi de niños a Latinoamérica y que no han perdido sus orígenes, a pesar de que hijos y nietos no vivan en España, se reunen habitualmente en agosto.

Pérez-Simón es amigo y socio de Slim, que a su vez conocía a Silvia de la etapa en la que estaba casada con García Cereceda, íntimo de Felipe González. Un círculo concéntrico difícil de entrar y donde la discreción es el santo y seña en la vida pública. La privada ya es otra cosa. Pérez-Simón, que pertenece al patronato de los premios Príncipe de Asturias, tiene una impresionante colección de arte y un excelente ojo para descubrir artistas nuevos. Una afición que comparte con su novia, Silvia, aunque en su caso no lo era como compradora sino por tener obra de los grandes pintores en la casa de La Finca que compartió con su segundo marido, Luis García Cereceda.

Desde que conoció a Pérez Simón, Silvia ha elegido mantener un perfil bajo y, aunque la pareja viajó a Sotogrande para pasar unos días con los hijos que tuvo con el abogado Ramón Hermosilla, no hicieron vida social, salvo un almuerzo multitudinario, donde pasaron desapercibidos. Se instalaron en el Hotel Finca Cortesín, uno de los más espectaculares de la zona y donde también se alojo el año pasado Alberto de Mónaco.

Volvieron al cuartel general de Niembro y se les pudo ver en Cangas de Onís, donde se organizaba la V Convención de Indianos, en la que participan la gran mayoría de empresarios asturianos que hicieron grandes fortunas y cuyos padres, o ellos mismos, construyeron sus palacios y casonas en los pueblos asturianos. Se denominaba con ese nombre a los emigrantes que a finales del siglo XIX y principios del XX emigraron a Cuba, México, Argentina y Chile, principalmente. Juan Antonio Pérez-Simón y Silvia compartieron charla y cóctel con el resto de invitados en un ambiente distendido, demostrando que no necesitan esconderse y que la boda está cada vez más cerca.

Gómez Cuétara es una mujer encantadora que en poco tiempo ha conseguido caer bien a las amistades de su novio. Estas la definen como “divertida, tranquila, natural y que está pendiente de Juan Antonio. Se les ve felices".