Francisco Rivera busca a los 'traidores' que han filtrado las fotos de su boda

Fran Rivera busca al traidor. Se ha propuesto firmemente encontrar al invitado o invitados que se dedicaron a hacer fotografías de la celebración de su boda y a enviárselas por el teléfono móvil a terceros, periodistas incluidos. El torero ha pedido a sus amigos y personas de confianza que intenten averiguar también por su cuenta quién o quiénes les han fastidiado la jugosa exclusiva con la revista ¡Hola!, encargada de desvelar ese diseño que Lourdes Montes realizó a los 17 años y que Pronovias ha adaptado para este día.

Llamadas a periodistas, visionados de vídeos y análisis exhaustivo de fotografías. El círculo más próximo al diestro se está moviendo, por petición del propio Francisco, para intentar descubrir al traidor, según ha contado a Vanitatis una persona próxima al torero. “Fran está bastante fastidiado con lo ocurrido”, asegura. A pesar de que intentó salvaguardar la exclusiva por todos los medios –con llamada de los abogados a varias redacciones, incluida esta– no ha podido evitar que desde el mismo sábado las imágenes de los novios corrieran como la pólvora por Facebook y Twitter al poco de darse el “sí, quiero”, incluso primeros planos del vestido de la novia, lo más valioso para una exclusiva de este tipo.

Desde el mismo domingo, amigos y familiares de la pareja están examinando distintos vídeos e instantáneas del evento. Con las imágenes filtradas en la mano, están visualizando otros materiales por si se viera quién está de frente en el momento que la pareja entra cogida del brazo, quién se sienta en esa mesa desde la que se les fotografía o quién se encuentra en cuarta fila de la ceremonia tras una mujer de blanco con pamela de paja, según han asegurado a este portal. Asimismo, son varios los periodistas que han recibido alguna llamada por si sabían o, al menos, se podían enterar de quién había pasado esas imágenes.

¿Qué ocurrió?

Las fotografías se colgaron rápidamente en distintas redes sociales, Facebook y Twitter principalmente. Por supuesto, no las pusieron allí las personas que hicieron las fotos, puesto que sería descubrirse. Estas se enviaron vía Whatsapp a amigos y estos a su vez a terceros, lo que hizo que en cuestión de minutos no sólo infinidad de personas tuvieran las instantáneas en su móvil, sino que las subieran a Internet para presumir de ello. No obstante, hay instantáneas tras las cuales no hay mala intención. Eso ocurre, por ejemplo, con las imágenes que circulan de Tana, la hija de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo, en la que se le ve posando para las mismas. Un descuido, una ingenuidad o una inconsciencia es el origen de su publicación. El autor, con total inocencia, la envía a una amiga, quien se toma la licencia de colgarla en su perfil de Facebook.