La boda de Francisco Rivera reabre las heridas con la Casa de Alba
La exclusiva del enlace del torero y la abogada ha irritado en el clan de Dueñas. Eugenia considera excesiva la exposición de Cayetana en el reportaje fortográfico publicado
La exclusiva de la boda de Francisco Rivera y Lourdes Montes ha causado malestar en la Casa de Alba. Estaban esperando a que la revista con el reportaje fotográfico saliera a la venta; una vez en los kioscos y visionado sus páginas, han expresado entre sus allegados su disgusto por la exposición de Cayetana Rivera, la hija que el diestro tiene en común con Eugenia Martínez de Irujo.
La Duquesa de Alba no opina públicamente sobre la exclusiva de la boda de Francisco Rivera y Lourdes Montes porque, como dice, no es asunto que le incumba y cada uno puede hacer con su vida lo que le plazca. De hecho, su hijo Cayetano y Genoveva Casanova también lo hicieron, aunque, en este caso, ella tuvo la deferencia de salir a saludar a la prensa y convertirse en la estrella de esa fiesta nupcial. Lo que no le ha gustado nada, y de ahí su enfado, es que su nieta salga en la exclusiva cuando Eugenia había dicho que no quería más exposición pública y mediática de la menor.
La duquesa de Montoro había dejado bien claro que no quería que su hija formara parte del negocio. Consideraba que lo que menos necesita la adolescente en el inicio del curso escolar es la difusión de su imagen en un acto de este tipo, al margen de que siempre han protegido su exposición pública. Pues no sólo se han encontrado con múltiples imágenes en las que ella está presente –aunque sea de lado o de espaldas–, sino que se han topado con que una de las fotografías muestra su rostro, sin que se haya ocultado como habría que haberse hecho al tratarse de una menor.
Estos días Eugenia no se encontraba en España, pero habrá que ver si la aparición de su hija en las redes sociales y en el reportaje gráfico tiene consecuencias legales. La pregunta que se hacen en Dueñas es si verdaderamente para Francisco Rivera era fundamental el dinero de la exclusiva.
A la abuela tampoco le ha parecido bien el estilismo de su nieta, que, aunque estaba muy guapa con el diseño de Roberto Diz, consideraba que no era el adecuado. Según cuentan sus amistades, su comentario fue: “Cuando una niña no se ha puesto de largo no puede ir de largo”. Las tradiciones para la titular de los Alba son importantes.
La duquesa, que tiene una memoria excepcional, no olvida el apoyo que siempre le ha dado al torero y cómo ha arropado a casi todas las novias oficiales. A la bailaora Cecilia Gómez, que montó con acierto el espectáculo sobre su vida, incluso la abrió el palacio de Dueñas cuando era la pareja del diestro. El caso es que la aristócrata no entendió el cambio de tercio del torero con respecto a la custodia de la nieta y lo mal que se lo ha hecho pasar a su hija con este tema.
Luna de miel en Congo
Aunque en otro orden de cosas, en el ambiente de Dueñas también se ha comentado la escasa participación del mundo taurino. Ni Javier Conde, que fue socio de Rivera en la plaza de toros de Málaga, ni Litri, ni Curro Romero, ni Espartaco, ni Morante, ni Manzanares, ni Curro Vázquez, ni Jesulín, ni El Juli… Algunos de ellos toreaban, pero podían haberse desplazado una vez terminada la faena o, en su defecto, sus mujeres, como era el caso de Rosario Domecq.
La exclusiva de la boda de Francisco Rivera y Lourdes Montes ha causado malestar en la Casa de Alba. Estaban esperando a que la revista con el reportaje fotográfico saliera a la venta; una vez en los kioscos y visionado sus páginas, han expresado entre sus allegados su disgusto por la exposición de Cayetana Rivera, la hija que el diestro tiene en común con Eugenia Martínez de Irujo.