Una boda de 150 invitados y ninguno del PP
Este viernes por la noche, y con grandes medidas de seguridad, tenía lugar una boda que debería haberse producido hace meses.
Este viernes por la noche, y con grandes medidas de seguridad, tenía lugar una boda que debería haberse producido hace meses. La Justicia ordenaba el ingreso en prisión del financiero Miguel Blesa el pasado mes de junio. El motivo era la compra de City National y las supuestas irregularidades que se habrían cometido en la misma por parte del ex gestor de Caja Madrid. Seguramente por eso, al enlace celebrado este viernes entre él y Gema Gámez en la finca Las Jarillas acudieron muchos menos invitados de los 450 previstos inicialmente. Entre las ausencias más destacadas ha estado la de la cúpula del PP, ya que ninguno de sus miembros ha acudido al enlace. Ni siquiera José María Aznar, que guarda una gran amistad con el financiero.
Actualmente, el proceso contra él ha sido paralizado por la Audiencia Provincial de Madrid y eso hizo que la boda fuese mucho más tranquila, aunque también bastante más privada. En las inmediaciones de la finca se apostaron una compañía de seguridad que veló porque nadie viese más de la cuenta. El lugar, uno de los favoritos de los vips madrileños para celebrar numerosos acontecimientos, era un ir y venir de coches y todo tipo de furgonetas de cara a la preparación del enlace. El novio llegaba sonriente alrededor de las seis de la tarde en el asiento trasero de un Lexus. Vestía un chaqué con chaleco beis y una corbata de rayas azules.
Poco más pudieron captar las cámaras, aunque se oteó la presencia de algún famoso como el torero Sebastián Palomo Linares, el más reconocible de todos los asistentes. En total, se calcula que los invitados fueron unos 150, pero pocos de ellos se pararon para saludar a los periodistas o decir una sola palabra. La presencia que era esperada con más ganas por parte de la prensa era la de la novia. Ni rastro de ella. Nadie pudo ver cuál era el vestido de Gema Gámez.
Hasta conocer a Gema, tuvo varios tonteos con chicas que, como esta trabajaban en la torre de Plaza de Castilla. Con Gema comenzó su relación hace tres años. Economista de carrera, era especialista en operaciones financieras en Caja Madrid hasta que en una de las últimas reestructuraciones de la entidad fue despedida. Montó entonces una empresa de bolsos y complementos en la madrileña calle Goya de la que ella es administradora única.
Los que han tratado a la novia la definen como una mujer muy tranquila, amable y con poca notoriedad social. De hecho, procuró que su relación sentimental con Blesa, al que llamaba presidente y no Miguel , para no levantar sospechas.
Ahora, se ha convertido en la protagonista ocultade una boda que no ha gozado de las fanfarrias que se esperaban para el expresidente de Caja Madrid. La imputación acabó desluciendo el enlace sin remedio y menguando considerablemente sus invitados.
Este viernes por la noche, y con grandes medidas de seguridad, tenía lugar una boda que debería haberse producido hace meses. La Justicia ordenaba el ingreso en prisión del financiero Miguel Blesa el pasado mes de junio. El motivo era la compra de City National y las supuestas irregularidades que se habrían cometido en la misma por parte del ex gestor de Caja Madrid. Seguramente por eso, al enlace celebrado este viernes entre él y Gema Gámez en la finca Las Jarillas acudieron muchos menos invitados de los 450 previstos inicialmente. Entre las ausencias más destacadas ha estado la de la cúpula del PP, ya que ninguno de sus miembros ha acudido al enlace. Ni siquiera José María Aznar, que guarda una gran amistad con el financiero.