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Cuchi, la hija de Florentino Pérez, celebra el cuarto aniversario de su restaurante
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EL PRESIDENTE DEL REAL MADRID, TAMBIÉN PRESENTE

Cuchi, la hija de Florentino Pérez, celebra el cuarto aniversario de su restaurante

Se trataba de una fiesta organizada por Cuchi Pérez Sandoval, que hace cuatro años decidió abrir su restaurante lejos del bullicio del centro de Madrid

No hubo futbolistas, ni directivos del Real Madrid. Solo amigos que posaban en un photocall ficticio montado para la ocasión. Era una fiesta de aniversario organizado por Cuchi Pérez Sandoval, que hace cuatro años decidió abrir su restaurante muy alejado del triángulo de la llamada Milla de Oro del barrio de Salamanca. Cuchi, hija de Florentino Pérez y de la añorada Pitina, sedecantó por Las Tablas, un barrio periférico de Madrid con un perfil de cliente muy variado. Entre semana, acuden trabajadores de las multinacionales y de Telecinco y Globomedia; los sábados y domingos son familias las que llenan el lugar, y jueves por la noche, gente a los que les gusta el flamenco y los ritmos cubanos.

En esta ocasión, hubo doble celebración. Por un lado, los cuatro años de apertura y, por otro, haber conseguido que “El babero” se haya convertido en referente gastronómico. En un día tan especial, se acercaron para brindar con Cuchi sus amigos y, por supuesto, Florentino Pérez. Él fue uno de los primeros en llegar y también en marcharse, porque el presidente blanco no es hombre al que le guste trasnochar.Sus platos preferidos son las lentejas y el filete empanado. Sus gustos no son complicados, según contaba al preguntarle cuáles eran sus menús predilectos. Está muy orgullosos de cómo le va el negocio a su hija y una de las cosas que más le sorpendió al principio fue la vajilla “Mi padre es muy tradicional y no entendía que los platos no fueran redondos y con los bordes lisos”, asegura Cuchi.

La idea de montar el restaurante era un sueño largamente acariciado por la anfitriona “Yo tenía una empresa de comunicación con Alejandra Prat y funcionábamos muy bien. Me quedé embarazada y llegó el inicio de la crisis al mismo tiempo. Entonces pensé en montar ‘El babero’ porque mi pasión es la cocina y así lo hice. Creo que cuando uno tiene un sueño tiene que cumplirlo o por lo menos intentarlo, que fue lo que yo hice”.

Ella misma se encarga de ir al mercado y de recibir a los proveedores pero eso no es lo que más le gusta. “Soy feliz en la cocina”. Efectivamente, se la puede ver tras el cristal que separa la sala de los fogones con su gorro y el mandil. “Mi madre y mi abuela venían aquí y enseñaban sus especialidades a los demás”, dice. Los platos de la carta están personalizados y así se puede leer “Los chipirones de la yaya”, “la tortilla de Tere” (Teresa Beltrán, su mano derecha), “el solomillo de don Ernesto”, “El jamón de Trillo”….

Cuenta una y mil anécdotas como aquella del día en que hubo una gotera que inundó la cocina y, en apenas quince minutos, tuvo que sacar cincuenta comandas calientes. Después, igual que en los comics de Asterix y Obélix, el techo se venció. En otra ocasión, uno de los camareros se despistó y, en vez de un ‘gin tonic’, sirvió a un cliente orujo con tónica. Tanto le gustó que ahora lo pide siempre. Estas y otras conforman un rosario de anécdotas de estos cuatro años. Hay incluso gente que llega al local y no se cree que la cocinera sea la hija del presidente del Real Madrid. Pudiendo ser una ilustre ociosa del tipo Paris Hilton o convertirse en un personaje del colorín como la dulce Tamara Falcó, Pérez Sandoval eligió una vida normal trabajando en lo que le gusta: “Mis padres nos educaron haciéndonos saber que el esfuerzo y la superación son fundamentales en la vida. Mi madre montó su tienda “Don Bolillo” y le encantaba lo que hacía. A mí me pasa igual. Además, puedo disfrutar de mis hijos y de mi familia en mi trabajo”

El día del aniversario no podían faltar amigos de siempre como Fiona Ferrer, la empresaria Adela Penedo, la decoradora Rocío Muñoz de Verger, el chef Juan Pozuelo, el pintor Manuel Moreno, que recibió felicitaciones por la exposición Homenaje a Picasso, “un éxito total” según él mismo, Pepa Muñoz, Beatriz Andrino, Carlos Souto, Blanca Narváez, directora de la Fundación Junior Achievement, Verónica Domínguez, Rafael Cayuela, responsable para España de Kruger Group, Eva Zaldívar, Luján Arguelles.. y un montón de amigos más que soplaron la vela de ‘El babero’.

No hubo futbolistas, ni directivos del Real Madrid. Solo amigos que posaban en un photocall ficticio montado para la ocasión. Era una fiesta de aniversario organizado por Cuchi Pérez Sandoval, que hace cuatro años decidió abrir su restaurante muy alejado del triángulo de la llamada Milla de Oro del barrio de Salamanca. Cuchi, hija de Florentino Pérez y de la añorada Pitina, sedecantó por Las Tablas, un barrio periférico de Madrid con un perfil de cliente muy variado. Entre semana, acuden trabajadores de las multinacionales y de Telecinco y Globomedia; los sábados y domingos son familias las que llenan el lugar, y jueves por la noche, gente a los que les gusta el flamenco y los ritmos cubanos.

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