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El silencio de Eugenia Martínez de Irujo
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NO QUISO HABLAR SOBRE FRANcisco RIVERA

El silencio de Eugenia Martínez de Irujo

La duquesa de Montoro huye de las preguntas de la prensa sobre los frentes abiertos del que fuera su marido, Fran Rivera: "No me preguntéis sobre esas cuestiones"

Foto: Eugenia Martínez de Irujo, en una imagen de archivo (I.C.)
Eugenia Martínez de Irujo, en una imagen de archivo (I.C.)

Desde que hace un año Francisco Rivera abrió la caja mediática de los truenos solicitandola custodia de la hija común, denegada más tarde en el juzgado de familia, Eugenia optó por el silencio. Ni en aquella complicada situación hizo declaraciones ni tampoco ha utilizado intermediarios para lanzar mensajes, que podía haberlo hecho. Se mantuvo alejada de las entrevistas exclusivas que le ofrecían y siguió con su vida alternativa alejada de esa fama que le ha acompañado desde la cuna.

Y ahora tampoco ha querido saber nada de las polémicas colaterales relacionadas con la boda de su exmarido, ni de las razones de la inasistencia de apellidos de la sociedad sevillana que éste frecuentaba cuando estaba casado con ella, ni con los encuentros y desencuentros del torero con su hermano Kiko. "No tengo nada que ver, no soy arte ni parte”, aclara Eugenia a Vanitatis. Mientras, sus amistades son mucho más irónicas en este aspecto: “Al final, cada uno tiene el retrato que se merece. Francisco ha dejado a demasiada gente en el camino y eso lo sabe Eugenia”. Ante la insistencia por saber su opinión, la duquesa de Montoro repitió la frase con palabras cambiadas: “No me preguntéis sobre esas cuestiones, porque no tengo nada que ver”.

La hija de la duquesa fue clara en la fiesta solidaria organizada en los Jardines de Cecilio Rodríguez por la fundación Pequeño Deseo, en la que ella es parte activa y a la que tampoco faltaron la duquesa de Alba, Alfonso Díez y su hermano Fernando, que la arropa siempre que puede. El objetivo de esta fundación es hacer realidad las ilusiones de niños con enfermedades crónicas y futuros inciertos. “El apoyo anímico es importantísimo. Ver sus caras, sus sonrisas, sus gestos de alegría ante algo que les emociona es el mejor regalo que nosotros podemos recibir”, contaba Eugenia, cuya labor es hacer visible esta ONG.

A la gala solidaria acudieron muchos de sus amigos, como una espectacular Paloma Cuevas, que explicó que “Enrique [Ponce] sigue muy triste por la muerte del abuelo. Le queríamos muchísimo”. Enrique Cerezo, siempre solidario, la bella Margarita Vargas, Ana García-Siñeriz, Samantha Vallejo Nágera, Kike Sarasola, entusiasmado con lo bien que funciona el hotel de Ámsterdam, inaugurado hace un mes, o Joaquín Prat apoyaron también a Pequeño Deseo.

Eugenia hizo doblete y, una vez que terminó su gala, se acercó a la fiesta que la revista Yo Dona organizó para presentar su número rosa, con la intención de apoyar la investigación del cáncer de mama. La fundación Fero, que dirige el doctor Baselga, recibió 25.000 euros recaudados con las camisetas que ha patrocinado Swarovski y que han sido diseñadas por Jordi Labanda. Eugenia, al revés que la Cenicienta, apareció a las doce de la noche y no pudo escuchar a la cantante Malú, que ofreció un pequeño recital de cinco canciones. Un broche solidario que también contó con la presencia de Manu Carreño, Ángela Navarro, Toni Acosta o Mónica Hoyos, entre muchos invitados más.

Desde que hace un año Francisco Rivera abrió la caja mediática de los truenos solicitandola custodia de la hija común, denegada más tarde en el juzgado de familia, Eugenia optó por el silencio. Ni en aquella complicada situación hizo declaraciones ni tampoco ha utilizado intermediarios para lanzar mensajes, que podía haberlo hecho. Se mantuvo alejada de las entrevistas exclusivas que le ofrecían y siguió con su vida alternativa alejada de esa fama que le ha acompañado desde la cuna.

Francisco Rivera Kiko Rivera
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