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Los duques de Alba, testigos de la salida de la Virgen de los Gitanos
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Los duques de Alba, testigos de la salida de la Virgen de los Gitanos

La duquesa de Alba ha demostrado con creces su devoción en muchas ocasiones, y este fin de semana volvió a hacerlo junto a Alfonso Díez, ya

La duquesa de Alba ha demostrado con creces su devoción en muchas ocasiones, y este fin de semana volvió a hacerlo junto a Alfonso Díez, ya que ambos fueron testigos de una celebración en torno a la Virgen de los Gitanos. Se trataba de los actos del 25 aniversario de la coronación de la también llamada Virgen de las Angustias, que habían sido retrasados por la lluvia e, inicialmente, estaban previstos para el viernes por la tarde. A partir de las doce del mediodía de este domingo se celebraba la misa y alrededor de las cuatro de la tarde, la hermandad de los Gitanos iniciaba el regreso de la Titular de la misma a su templo. Tanto Cayetana como Alfonso Díez vivieron con emoción el traslado, aunque no pudieron quedarse demasiado tiempo debido a la delicada salud de la duquesa, a la que ni siquiera se la esperaba en el acto.

A pesar de que sus hijos aseguraban que la duquesa estaría más recluida que de costumbre debido a la caída que sufrió en Roma y que hizo que se rompiese el fémur, doña Cayetana sigue acudiendo a actos como la boda de María Colonques, en la que también la acompañó el duque de Alba. 

La duquesa de Alba ha demostrado con creces su devoción en muchas ocasiones, y este fin de semana volvió a hacerlo junto a Alfonso Díez, ya que ambos fueron testigos de una celebración en torno a la Virgen de los Gitanos. Se trataba de los actos del 25 aniversario de la coronación de la también llamada Virgen de las Angustias, que habían sido retrasados por la lluvia e, inicialmente, estaban previstos para el viernes por la tarde. A partir de las doce del mediodía de este domingo se celebraba la misa y alrededor de las cuatro de la tarde, la hermandad de los Gitanos iniciaba el regreso de la Titular de la misma a su templo. Tanto Cayetana como Alfonso Díez vivieron con emoción el traslado, aunque no pudieron quedarse demasiado tiempo debido a la delicada salud de la duquesa, a la que ni siquiera se la esperaba en el acto.