Isabel Preysler y Naty Abascal, juntas de fiesta en México

El millonario mexicano Eugenio López no escatimó en gastos para la inauguración del museo Jumex, celebrado este sábado en la capital de México. Allí se dieron cita miembros de la alta sociedad procedentes de distintas partes del globo. Es el caso de Isabel Preysler o Naty Abascal, que fueron las grandes representantes de la elegancia española en el país azteca. También destacó la presencia de Rosario Nadal, exmujer de Kyril de Bulgaria, que tomará las riendas de las decisiones artísticas de este nuevo centro mexicanotras ser nombrada directora adjunta del museo, dado su prestigio como asesora de arte.

Estas tres damas no eran los únicos rostros españoles que disfrutaron de los lujos que el mecenas mexicano había preparado, a golpe de talonario,para la ocasión. Entre los cerca de 2.000 asistentes que acudieron al eventose encontraban también el empresario Kike Sarasola, Nuria González, esposa de Fernando Fernández Tapias, y el galerista Luis Adelantado. Estos, junto a numerosas fortunas de México, estrellas de Hollywood y habituales de la pequeña pantalla estadounidense brindaron con las mil botellas de champagne Möet Chandon que se pusieron para tal fin, las mejores cosechas de vino y los licores más exclusivospor el éxito del museo Jumex,la última iniciativa de Eugenio López en la que se podrá apreciar su importante colección de arte, la cual se considera como una de las más importantes del mundo por el alto valor que alcanzan algunas de sus 2.600 piezas.

Con un presupuesto detres millones de dólarespara organizar la inauguración, era de esperar que fuese considerada como la fiesta del año. Al margen de los rostros españoles, en la alfombra roja se pudo ver aAngélica Rivera, esposa del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, Paulina Rubio, Adriana Abascal, Salma Hayek o Eva Longoria, que aprovechó la ocasión para presentar oficialmente a su última conquista, José Antonio Bastón, el presidente de televisión y contenidos del Grupo Televisa. Todos ellos dieron buena cuenta de los manjares que se sirvieron durante la cena previa, pero también supieron sacarle provecho al gran despliegue que llegó después, cuando tres DJ’s amenizaron la fiesta del año, donde el Möet Chandon era casi omnipresente en la barra libre.