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Alaska, una 'chochoni heterofóbica' que entiende el despiste de la Reina con el rulo
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puso ritmo a la noche del jueves en gabana

Alaska, una 'chochoni heterofóbica' que entiende el despiste de la Reina con el rulo

La cantante cambia el micrófono por los cascos para poner ritmo a una de las fiestas más vip de la capital, en la discoteca Gabana al igual que hizo su marido

Una larga cola en la madrileña calle Velázquez hace presagiar que la noche del jueves promete. Jóvenes con sus mejores galas se agolpan a la entrada dela discoteca Gabana, ansiosos por dar rienda suelta a sus sentidos en una velada que corre a cargo de Alaska. La cantante cambia el micrófono por los cascos para poner ritmo a una de las fiestas más vip de la capital, donde se dieron cita hijos de noble apellido, jóvenes empresarios y algún que otro tronista de Emma García. Eso sí, no hubo contraste y ya sea desde el reservado o a pie de pista, todos por igual se dejaron llevar por los temas seleccionados por Olvido Gara, que reservó para su marido, Mario Vaquerizo, un par de guiños reservados pinchando varios temas de las Nancys Rubias entre los éxitos de las divas del pop y clásicos de la música dance. Vanitatis ha tenido la oportunidad de hablar con la protagonista de la noche minutos antes de tomar el timón del barco con destino a una fiesta inolvidable.

¿Cómo una mujer que casi siempre viste de negro puede brillar tanto?

Por supuesto, eso siempre.

¿Qué es más difícil ser music selector o coplero pop?

En esta vida no hay nada fácil. Ser DJ o cantante es bastante diferente. No es lo mismo estar en un escenario, donde yo hago lo que me da la gana y disfruto con el espectáculo y la gente que va sabe qué canciones van a escuchar y si no quieren pueden irse sin problemas. Esto no pasa cuando tienes que pinchar en una discoteca, la gente espera escuchar buena música y eso depende sólo de tu elección y a veces no a todos le gusta lo que pones.

Está de moda etiquetar y Mario se ha sabido mantener a medio camino…

Lo de etiquetar es una gilipollez y ya es antiguo. No entiendo la diferencia entre gais o heteros y es algo que me importa poco, porque creo que hoy en día a poca gente le importa hablar con alguien sabiendo que es gay o nada por el estilo. De hecho yo los prefiero.

¿De ahí viene tu heterofobia?

Bueno ayer viví un momento de heterofobia agudo cuando me encontré rodeada de varios heteros. No hacen nada los pobres, pero es que con ser como son ya tienen bastante.

¿Y Mario qué, es más Nancy rubia o Hitman?

Mario tiene un grupo que se llama Nancys Rubias y ya está. Un artista por el mero hecho de maquillarse no tiene que ser gay o cualquier otra cosa. David Bowie se maquillaba y era un artistazo, Prince llevaba tacones y no era gay, Kiss iban maquillados y tampoco había problemas.

Algo bueno y algo malo de ser la mujer de Mario Vaquerizo.

Mario tienes muchísimas cosas buenas, pero también tiene un lado oscuro que muy poca gente ha llegado a ver. Es cierto que su estado de ánimo siempre es muy bueno, algo que no tengo yo y por eso a veces es agotador tratar con una persona que está siempre de buen humor, pero a veces saca su genio. Es muy responsable con todo lo relacionado con el trabajo, cumplir los horarios o lo establecido en un contrato y cuando no se cumple da miedo. Se parece mucho a mi compañero de Fangoria Nacho, los dos se llevan a la perfección porque tienen una forma de ser muy similar y siempre están de risas. Yo soy más tranquila para eso.

Este jueves ha salido la Reina con un rulo enganchado en la bufanda ¿Cuál ha sido tu mayor despiste?

Lo he visto en Vanitatis y me ha parecido muy curioso. La Reina es una mujer normal que mezcla los rulos con las bufandas como podemos hacer todos [risas]. La verdad que a mí nunca me ha pasado algo así, pero sí que a veces me he merecido un aarg de Cuore cuando he salido con un vestidazo ajustado que me sienta genial en casa, pero con las luces de los focos y los flashes luego se transparenta todo. Eso me ha pasado muchas veces la verdad, pero despistes como el de la Reina por suerte no los he tenido.

¿Cómo meterías una jirafa en un frigorífico?

[Un minuto de rigor para pensar] La verdad es que sería una putada hacerle eso a la pobre jirafa, pero si yo tuviese que meterla dentro de un frigorífico quitaría la parte de arriba y abajo y se la pondría de bufanda. Pero remarco que sería una putada.

En una pelea entre un tigre y un león ¿Quién ganaría?

¿Porque tienen que enfrentarse? Sería más divertido que se hiciesen amigos y que se juntasen para crear un ligre, que es un híbrido entre tigre y león. No pueden tener descendencia porque son estériles como las mulas, pero por lo menos no tienen que pelear.

¿Y entre una chochoni y un electroduende?

[Risas] Pues sería una batalla bastante ajustada porque los dos son bastante peculiares. Los electroduendes son muy gamberros, pero las chochonis de la tribu son muy fuertes, hombre blanco haber estraperlado [risas].

Una larga cola en la madrileña calle Velázquez hace presagiar que la noche del jueves promete. Jóvenes con sus mejores galas se agolpan a la entrada dela discoteca Gabana, ansiosos por dar rienda suelta a sus sentidos en una velada que corre a cargo de Alaska. La cantante cambia el micrófono por los cascos para poner ritmo a una de las fiestas más vip de la capital, donde se dieron cita hijos de noble apellido, jóvenes empresarios y algún que otro tronista de Emma García. Eso sí, no hubo contraste y ya sea desde el reservado o a pie de pista, todos por igual se dejaron llevar por los temas seleccionados por Olvido Gara, que reservó para su marido, Mario Vaquerizo, un par de guiños reservados pinchando varios temas de las Nancys Rubias entre los éxitos de las divas del pop y clásicos de la música dance. Vanitatis ha tenido la oportunidad de hablar con la protagonista de la noche minutos antes de tomar el timón del barco con destino a una fiesta inolvidable.

Mario Vaquerizo Alaska
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