Valencia rinde homenaje al actor Pepe Sancho en medio de una guerra familiar

Casi un año después de la triste desaparición del actor, su tierra natal le dedica un merecido homenaje. El pasado viernes la Generalitat Valenciana bautizaba con el nombre de Pepe Sancho una de las salas del teatro Rialto. Un acto al que, según ha podido saber Vanitatis, no fueron invitados algunos miembros de su familia, que están convencidos que tras esta decisión está la mano de su viuda, Reyes Monforte.

Cuando el pasado mes de Noviembre el gabinete de Alberto Fabra decidió programar un acto en homenaje a Pepe Sancho, confeccionaron una lista de invitados en la que se incluía cargos institucionales, amigos, familiares y su viuda. Tras recibir la noticia de que su marido tendría una sala con su nombre en la capital del Turia, fue la propia Monforte quién se ofreció para confeccionar la lista. En ella, según ha corroborado este medio, no estaban incluidos ni los dos hijos del actor –Alejandro, fruto de su relación con María Jiménez, y Javier– ni su hermano Lluís.

Este asunto no ha hecho más que acrecentar la brecha que entre ellos existe desde el fallecimiento del actor. “Cuando me enteré de que la Generalitat estaba organizando este acto me puse en contacto con los responsables de la organización para preguntarles cómo es que su hermano y sus hijos no habían sido invitados. La respuesta fue clara, me dijeron que era Reyes la encargada de convocar a los familiares y amigos de Pepe. Reconocieron su error y me ofrecieron la posibilidad de que yo mismo les avisase para que pudiesen estar presentes el día de la inauguración”, comenta una fuente cercana a la familia de Sancho.

Cuando a las 6 de la tarde del pasado viernes el presidente de la Generalitat, Carlos Fabra, acompañado de la consellera de Cultura y la delegada del Gobierno, leía a las puertas del teatro su discurso inaugural, los bandos estaban claramente divididos. A un lado, Reyes Monforte acompañada del ex ministro de Interior Antonio Asunción, primo del desaparecido actor y albacea del testamento, y al otro, su hermano Lluís y los hijos de Sancho. “No hubo saludo entre unos y otros, tan solo tensión. Reyes recibió de manos del presidente una placa conmemorativa y en sus palabras de agradecimiento a las instituciones y amigos, ni una sola referencia a los familiares de Pepe”.

Sin embargo, este no sería el único hecho del que se queja una parte de la familia que se sintió discriminada durante el homenaje. “Ni siquiera su hijo Javier tuvo la oportunidad de dedicarle unas frases a su padre. Cuando preguntó a los organizadores si podía decir unas palabras, estos le negaron la posibilidad alegando que se trataba de un acto institucional en el que todo estaba programado”, asegura la misma persona, una oportunidad que sí tuvo Álvaro de Luna, gran amigo y compañero de Pepe Sancho, quien destacó el temperamento y la filosofía de vida del desaparecido actor.

Una herencia millonaria sin repartir

El próximo mes de marzo se cumple un año del fallecimiento de Pepe Sancho. Un tiempo en el que los herederos, su viuda y sus dos hijos no se han puesto de acuerdo en el reparto de sus bienes. Según han confirmado a Vanitatis, los abogados de Javier y Alejandro continúan realizando los trámites pertinentes para hacer el cuaderno particional y solicitar la parte de la legítima que les corresponde mediante un acuerdo con su viuda y heredera universal antes de llegar a juicio. Un entendimiento que a tenor de los últimos acontecimientos será difícil de conseguir.

Entre la masa hereditaria a repartir y de la que los hijos sólo podrán recibir una mitad del tercio cada uno, se encuentran dos pisos en Altea (Alicante), un dúplex en Manises (Valencia) y las sociedad Prospopon SL, en la que se facturaban la mayor parte de los trabajos de Pepe y de la que Reyes es administradora única desde el año 2010.