Ana Obregón: "Me gustaría que Dell'Atte me diera un beso y no una puñalada trapera"

Ana Obregón está a punto de marcharse de nuevo a Miami, donde mantiene su cuartel general. “Desde que me hijo se marchó a estudiar a Estados Unidos prefiero pasar más tiempo allí. Además, profesionalmente tengo un campo mucho más amplio que en España, porque la crisis ha afectado a la producción de grandes proyectos y yo ya no estoy para cualquier cosa”. La actriz asegura que se encuentra en un momento “zen” de su vida: “El yoga y la espiritualidad me hace ver la vida de otra manera. Ya no soy tan visceral y soy capaz de perdonar muchas de las ofensas que me han hecho, incluido el daño que es su día me hizo Antonia Dell'Atte”.

Se refiere a la exmujer de Alessandro Lequio, que ha hecho las paces con él después de tanto tiempo si hablarse. Obregón tiene su opinión. “¿Que qué me parece? Pues muy bien, pero lo podía haber hecho 20 años antes y así nos hubiéramos ahorrado todos muchas tristezas. Me da rabia que haya pasado tanto tiempo y que precisamente por eso Clemente y Alex no pudieran tratarse como hermanos que son. Lo que sí puedo asegurar es que Alessandro estaba loco por ver a su hijo”.

Recuerda con nostalgia cuando Alex era pequeño y presumía de hermano mayor para después desaparecer de su vida. “Dejamos de hablar de Clemente porque no era bueno crear expectativas a Alex. Lo que nunca hice fue meter cizaña ni enfangar más de lo que estaba”, asegura la bióloga. También reconoce que sufrió mucho: “Los insultos fueron tremendos y no tuve más remedio que interponer una demanda que luego retiré. Me encantaría encontrarme con Antonia y que no me retirara la mano como la última vez que coincidimos. Yo la he perdonado. A ella también le vendría muy bien hacerlo. Creo que los veinte años de rencor son demasiados. Me gustaría que Antonia me diera un beso y no una puñalada trapera”, aclara Ana Obregón.

La actriz asegura que cuando se enamoró de Lequio “era una mujer libre”. “Yo no tenía novio y puedo llegar a entender que en un primer momento Antonia se lanzara contra mí, pero la realidad era otra. Yo no rompí su matrimonio”, garantiza Obregón. “No obstante, ya ha pasado mucho tiempo y es absurdo buscar culpables y abrir heridas, porque lo que yo siempre intenté fue buscar la armonía”, intenta zanjar la protagonista de Ana y los Siete, quien se felicita porque Antonia y Alessandro haya fumado la pipa de la paz: “Me alegro que haya sido ahora y no dentro de otros 20 años”.