Las diseñadoras del vestido de la juez Alaya se defienden: "Si la critican es por envidia"

“El vestido refleja la personalidad de Mercedes: es sencillo, sensual y elegante. El escote no es para nada demasiado generoso. Está hecho a su medida y ni sobra ni falta nada”. Estas es la defensa que hacen desde el taller de costura sevillano de Ángela y Adela, encargadas del diseño del traje nupcial de Mercedes Alaya, que este sábado ha vuelto a pasar por la vicaría para celebrar tres décadas de matrimonio junto al auditor Jorge Castro.

El segundo paso por el altar de la ‘juez de los ERE’ ha levantado cierta controversia en las redes sociales. Obviando el hecho del plantón que dio a la Basílica del Gran Poder de Sevilla –donde se iba a celebrar la boda en un principio- y a parte de sus invitados, la magistrada también fue protagonista de la jornada por el vestido que eligió para tal especial ocasión, valorado en 4.000 euros. Un hecho que asombra a sus creadoras, quienes consideran que este traje refleja a la perfección la seña de identidad de la firma, que además encaja armoniosamente con la personalidad de Alaya. “Nosotros buscamos potenciar la sensualidad de la mujer a través de telas nobles con encajes antiguos, bordados muy cuidados y costuras de toda la vida. A Mercedes le gusta mucho. Su vestido refleja cómo es ella en la intimidad: sencilla, muy coqueta y femenina”, aseguran desde este taller sevillano en conversación con Vanitatis.

Parte de los comentarios que han colmado este fin de semana las redes sociales se centraban en el hecho de que el escote de la juez Alaya era poco adecuado para una mujer de 50 años. “Mercedes iba sencillamente preciosa y si la gente la critica es sólo por envidia”, sentencian desde Ángela y Adela, quienes defienden a ultranza el escote de la polémica de su último diseño: “De generoso no tiene nada. Estaba hecho a medida para ella, por lo que no podría favorecerle más. Si en alguna foto se ve demasiado pecho es porque la pobre al salir de la iglesia se encontró con muchísima gente y para esquivarla tuvo que hacer mil maniobras y al final enseñó algo de canalillo”, aseguran. “Llevaba el escote ideal para la ocasión porque tiene un cuerpo envidiable para su edad. Además ella tiene la cualidad de tener un tipo perfecto y todo lo que se pone lo potencia muchísimo”, insiste.

“Ella hubiese preferido algo más sencillo”

Además, desde el taller de confección de confianza de Mercedes Alaya se quejan del hecho de que el vestido no luce bien en las imágenes: “Hay muchos detalles que se pierden en las fotos que ha publicado la prensa. El vestido era muy del estilo Downton Abbey, con una mantilla del siglo XVII y un broche en el lazo que era una auténtica joya. También el recogido era muy elegante y favorecedor, así como el maquillaje, que era sutil. Estos detalles en la prensa han pasado desapercibidos, mientras que todos hablan del generoso escote, pero ya te digo que de generoso no tiene nada. Es perfecto”.

La ‘reboda’ de Mercedes Alaya se convirtió este sábado en un gran acontecimiento en Sevilla. No tanto por los invitados al enlace, sino por la expectación que generó al congregar a decenas de curiosos a las puertas de la iglesia. Un hecho que no fue del gusto de la novia, a quien “no le gusta llamar la atención y ver tanta gente allí la cohibió un poco”. La renovación de los votos matrimoniales era un paso que “le hacía mucha ilusión a su marido. Él quería volver a casarse y la familia estaba muy volcada con la boda, por eso Mercedes acabó por ilusionarse también. Ella es muy tímida y familiar y hubiese preferido algo más sencillo y discreto como es ella, pero al final la boda fue preciosa”, confiesan desde Ángela y Adela a Vanitatis, quienes además de firmar el traje de la novia, tuvieron ocasión de ser testigos de excepción del enlace.