El emotivo viaje de Anne Igartiburu y sus hijas a la India

Anne Igartiburu cumplirá con su viaje anual de índole espiritual dentro de pocas semanas. Y lo hará con sus dos hijas. Las tres visitarán en la India a su amiga sor Primi Vela, religiosa española que pertenece a las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y que lleva desde 1972 realizando labores solidarias y caritativas en el orfanato de Ankur, al que Anne se acercó para adoptar a una de sus hijas, Noa. Al margen del motivo solidario de la presentadora para realizar este viaje todos los años desde hace un tiempo, quiere que su hija conozca y mantenga una relación directa con la cultura en la que nació.

Primi, como se la conoce cariñosamente en el centro, es la madrina de la hija mayor de la presentadora y siente un gran cariño hacia su ahijada, como lo demuestran las fotos colgadas en Internet en las que se ve a la religiosa con Anne y la pequeña. Dicen de ella que cambió por completo la vida de Igartiburu, aunque cuando Vanitatis contacta con ella le resta importancia: “Yo soy una más, no quiero protagonismos. Anne es mi amiga y es una mujer que se vuelca con los demás. Aquí tenemos mucho trabajo y cualquier ayuda es bien recibida”. A la presentadora se le ha podido ver en orfanatos y hospitales de la India colaborando como una más.

No es la primera vez que Anne viaja hasta la India para cooperar en labores solidarias relacionadas con la infancia, con los más pobres y con los enfermos de SIDA. En el orfanato sienten por ella una inmensa gratitud y mucho cariño. En Ankur no hay privilegios ni popularidades, todos son iguales y se reparten las tareas diarias.

Hogar Ankur es una comunidad educativa y pastoral de formación integral y de desarrollo, en la que las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y un grupo de colaboradores y educadores ayudan a niñas y adolescentes en situaciones de riesgo: niñas de la calle, de las chabolas, huérfanas sin protección familiar, a través de un hogar que las acoge, cuida y prepara para que tengan un futuro mejor.

Cuentan que fue sor Primi quien inculcó en Anne una fe religiosa que antes no tenía. La segunda ha encontrado en esta admirable mujer un gran ejemplo y, aunque no le gusta mucho el siguiente calificativo a la monja, porque es una mujer sencilla y sin grandes pretensiones terrenales, una “guía espiritual”. El encuentro entre las dos mujeres cambió la vida y la mentalidad de la más mediática.

En unas declaraciones efectuadas por Anne al programa de TVE Ultimas preguntas, afirmaba con convicción que “cada día es una aventura, y solo espero dar mucho amor y ser generosa… Curiosamente, mi hija me dice que no la he adoptado yo, sino que es ella la que me ha adoptado a mí”.

La familia Igartiburu no destaca por su apego a la religión, por ello, Anne ha llegado a este estado espiritual tras una búsqueda intensa y un conflicto interno. Ella misma ha reconocido que “se te cuestionan muchas cosas, tienes miedo… “, pero que el descubrimiento de Dios la ha convertido en una mujer mucho más feliz.

Además de Noa, la presentadora tiene otra hija de origen vietnamita. Además, una tercera joven, también hindú, vive con ellas desde hace tiempo, ayudando en el cuidado de las dos pequeñas. No es raro ver a las cuatro, los domingos por la mañana, asistiendo a misa en una parroquia cercana a su domicilio de las afueras de Madrid. Aunque se llegó a decir que estaba tramitando una tercera adopción, ella se encargó de desmentirlo.

Ahora se cumplen 20 años desde que la presentadora iniciara su andadura en televisión, sin embargo, existe una parte de ella que se desconoce, su cara más desconocida y solidaria, que es la que le trae hoy a Vanitatis.