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Naty Abascal cumple 71 años: "Virgencita, que me quede como estoy"
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LO 'CELEBRA' SOLA EN MIAMI

Naty Abascal cumple 71 años: "Virgencita, que me quede como estoy"

Natividad Abascal celebra su cumpleaños viajando por el mundo. Le pillamos a punto de embarcar en un vuelo con destino a Miami, donde pasarás varios días antes de ir a Nueva York: “Mi vida es una locura. Hay veces que no sé dónde estoy”

En los últimos años Naty Abascal no ha tenido celebración de cumpleaños propiamente dicha. La razón para no festejar su aniversario con sus hijos y sus amistades tiene que ver con su apretada agenda laboral. Siempre la pilla en algún lugar del mundo organizando los reportajes de moda para la revista que trabaja desde hace mucho tiempo. Tanto que ni se acuerda. La excepción que confirma la regla fue el año pasado, cuando cumplió su séptima década y las amigas le organizaron un almuerzo casi sorpresa en el restaurante madrileño El Qüenco de Pepa, uno de sus preferidos. Cary Lapique, Nieves Álvarez, Nuria González, Lola Suárez... la cantaron el Happy birthday. Pero esta vez no ha podido ser. “Mi vida es una locura. Hay veces que no sé dónde estoy”, comenta a Vanitatis en la puerta de embarque del avión que le lleva rumbo a Estados Unidos.

Naty en el funeral de la madre de Marichalar (Gtres)La semana pasada estaba en París, después fue a Milán y terminó en Madrid para acudir al funeral por la muerte de la madre de Jaime de Marichalar, su gran amigo. Su paso por la capital también le ha servido para cambiar de maleta. “Me voy primero a Miami para presentar mi libro 100 % Naty, que me dicen desde allí que hay una expectación tremenda. A ver si vendo muchos…”, comenta risueña, aunque asegura que pide muy poco a la vida: “Me considero una mujer privilegiada y estoy contenta por cumplir años. Tengo trabajo, mis hijos, mis nietos y mi familia tienen salud, que es lo más importante, y yo me conformo con seguir así. Como dice el refrán: Virgencita que me quede como estoy”. Tras su estancia en Miami viajará a Nueva York, una ciudad que se conoce al dedillo porque allí fue donde triunfó como modelo cuando tenía 18 años.

Naty cumple 71 años con una figura espléndida y un ajetreo de vida que según ella le rejuvenece: “Soy hiperactiva, no paro y eso me mantiene viva”. No obstante reconoce que le gustaría que le tocara la bonoloto para poder disfrutar de la vida “sin hacer nada”.

Los cumpleaños de su infancia

Naty recuerda los cumpleaños compartidos con su hermana gemela, Ana María, en su casa sevillana. “Eran fantásticos. Éramos once hermanos, así que te puedes imaginar…”. Los recuerda como si fueran ayer: “La cocinera nos hacia unas tartas riquísimas. Había piñata y venían los primos y algunas amigas del colegio. En aquella época los padres no se quedaban y las que cuidaban a los niños eran las mademoiselles y las frauleins. Los regalos tampoco eran como ahora, todo era mucho más discreto”. Naty hace memoria de algunos de ellos: “Recuerdo la Mariquita Pérez, que tenía su propia ropa que se podía guardar en su propio armario. Además, la costurera le hacía a la muñeca los mismos vestiditos que a nosotras”.

Abascal echa la vista atrás y asegura que no cambiaría nada de su vida. “¿Para qué? Son experiencias que sirven para afrontar momentos futuros más complicados. Aunque sí es cierto que pueda ser que alguna decisión la hubiera meditado algo más”.

placeholder Naty junto a Isabel Preysler y Valentino en una imagen de archivo (Gtres)

También le viene a la cabeza las fiestas que la organizaban sus amigos neoyorkinos con Valentino, Oscar de la Renta, Bianca Jagger y millonarios que muchas veces le pidieron matrimonio antes y después de ser duquesa de Feria. “A mi no me gustaba ninguno”, se lamenta Naty. Ella les daba calabazas aunque le prometieran colocarle el mundo a sus pies. Ahora no quiere promesas y sí estar con la gente que quiere que hoy la llenen de mensajes: “Cuando vuelva ya organizaré algo”, dice desde el aeropuerto.

En los últimos años Naty Abascal no ha tenido celebración de cumpleaños propiamente dicha. La razón para no festejar su aniversario con sus hijos y sus amistades tiene que ver con su apretada agenda laboral. Siempre la pilla en algún lugar del mundo organizando los reportajes de moda para la revista que trabaja desde hace mucho tiempo. Tanto que ni se acuerda. La excepción que confirma la regla fue el año pasado, cuando cumplió su séptima década y las amigas le organizaron un almuerzo casi sorpresa en el restaurante madrileño El Qüenco de Pepa, uno de sus preferidos. Cary Lapique, Nieves Álvarez, Nuria González, Lola Suárez... la cantaron el Happy birthday. Pero esta vez no ha podido ser. “Mi vida es una locura. Hay veces que no sé dónde estoy”, comenta a Vanitatis en la puerta de embarque del avión que le lleva rumbo a Estados Unidos.

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