La reunión entre Lomana y dos 'cronistas' que ha acabado en un juicio por chantaje

El pasado 1 de abril, el juez del Juzgado de lo Penal número 23 de Madrid absolvió a dos personas, un hombre y una mujer, de los delitos de chantaje y extorsión de los que les acusó Carmen Lomana. Sin embargo, la socialite, no conforme con la sentencia, ha tomado la decisión de presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Vanitatis, el pasado 5 de marzo de 2009, una mujer contactó telefónicamente con Carmen Lomana, a la que ya conocía previamente. En esa conversación informaba a la empresaria de que tenía conocimiento de la existencia de unas fotografías en las que salía en su casa de Marbella en topless tendiendo la ropa que podían afectar a su imagen pública. Debido a esto, Carmen Lomana invitó a los denunciados a su domicilio situado en Madrid para que le explicasen todo detenidamente.

En dicha reunión, ambos acusados expusieron a Carmen Lomana -en términos coloquiales- que en las ocho fotografías captadas, de las que le llevaron una muestra, no salía favorecida y que su publicación podía afectar a su glomurosa imagen y provocar los comentarios despectivos de ciertos periodistas. Le señalaron que una manera de evitarlo era retirarlas del mercado, pagando una cantidad de dinero, aunque también cabían otras soluciones como conceder un reportaje gratuito a una revista y que fuese dicha revista la que hiciera la compra.

Carmen grabó la conversación

A Carmen Lomana todo esto le pareció muy raro y no dudó en grabar toda la reunión. Dichas conversaciones, a cuya transcripción ha tenido acceso en exclusiva Vanitatis, fueron presentadas y aceptadas como prueba en este procedimiento.

Carmen: “Sobre todo, no entiendo a quién le puede interesar esto y que yo que puedo hacer para parar esto”

Acusada 1: “Pues comprarla”

C: Pero esto es ilegal porque estoy en mi casa.

A1: Y van a empezar a decir, tanta sofisticación y tendiendo ropa en el tendedero… Yo cuando las vi ayer, lo que haría pues, pues no sé, yo las quitaba del medio claro, me quedaba con el disquete y que desaparezca esto.

C: ¿Y cuanto me van a pedir?

A1: Tampoco creo que… 10.000, 12.000…

C: ¿Te parece poco? Por cuatro fotos.

A1: Pues piensa que te has comprado un abrigo maravilloso y que has parado todo esto, maravilloso y que has parado esta mierda porque a ti, gracias a Dios, 12.000 es un abrigo maravilloso de piel.

Acusado 2: Tendrá que reunirse su abogado conmigo y ya está. Prepare un documento donde yo me comprometo a que esto se retira del mercado con una serie de condiciones… y si se publicasen… entonces prepare y yo se lo firmo.

C: ¿Y Cuánto tendría que pagar yo por eso?

A2: Pues no sé… en Interviú y eso, pues venden entre 15.000 y…

El juez secuestró las fotos

Finalmente, Carmen Lomana no accedió a adquirir dichas fotos a cambio de dinero y decidió denunciar por lo penal los hechos. La empresaria les pidió a cada uno de los acusados una pena de dos años de cárcel y una indemnización de 100.000 euros que pretendía donar a dos fundaciones de niños. Así lo explica Emilia Zaballos, abogada de Carmen: “La referencia de 100.000 euros es un escrito provisional de valoración de daños q se hace dos años antes... No tiene valor si no se eleva a definitivo, ya que en esos dos años este tema no le ocasionó más problemas que los iniciales, porque el juez secuestró las fotos y nunca se llegaron a publicar. Lo que se pidió en las conclusiones definitivas fueron 30.000 euros”.

Los abogados de Carmen Lomana, Emilia Zaballos y Carlos González, piensan apelar la sentencia que absuelve a los demandados: “Por entender que de las pruebas practicadas los hechos sí se circunscriben dentro del tipo penal planteado, siendo en este caso un hecho peculiar por la forma en que supuestamente se ejecutó toda la presunta trama”.

Vanitatis se ha puesto en contacto con Teresa Bueyes, abogada de los acusados, para saber qué opina acerca de la decisión que ha tomado Lomana: “Está en su derecho de recurrir. Tanto el juez como el fiscal lo han tenido claro desde el principio. Para que exista delito de extorsión tiene que haber intimidación. Mis defendidos, ante la insistencia de la señora Lomana, le dan la oportunidad de retirar las fotografías por los medios habituales que se realizan cuando un personaje no está interesado en que un determinado material vea la luz”, explica Bueyes.