Del "just looking" de Blair a la camiseta mojada de José María Aznar en Guadalmina

El exministro británico Tony Blair, su esposa Cherie y dos de sus cuatro hijos fueron este jueves testigos de excepción de las beldades del casco antiguo de Marbella. Eso sí, poco se dejaron ver entre tienda y tienda ya que estaban fielmente protegidos por tres guardaespaldas que cuando algún viandante preguntaba “¿Es Blair?” ellos sólo se limitaban a contestar: “Se equivoca. ¡Circulen, circulen!”.

Esta no es la primera vez que los Blair eligen Marbella como destino turístico. En agosto de 2012 disfrutaron de unos días de vacaciones en la que casa que unos amigos tienen en la lujosa urbanización La Zagaleta, donde la tranquilidad más absoluta es una garantía.

Su salida por el casco antiguo marbellí fue de lo más comentado en la ciudad este Jueves Santo. Tony Blair y su familia iban de tienda en tienda pero no compraban nada. “Por favor, déjelo. Está de vacaciones”, dijo un miembro de seguridad a uno de los fotógrafos que le seguía por las callejuelas.

Los Blair ‘patearon’ las calles más típicas del centro: calle Nueva, Álamos, San Juan de Dios, Tetuán o Plaza José Palomo. Un itinerario corto y muy parecido al que hizo la primera dama de EEUU, Michelle Obama, pero con una notable diferencia: ella regresó a la Casa Blanca repleta de bolsas y los Blair concluyeron la visita sin haber gastado un solo euro. Sólo miraron. Según cuenta a Vanitatis Cayetana Rodríguez, dueña de la juguetería más antigua de Marbella, Toy Shop, los dos hijos de Blair se encapricharon de algunos de los juguetes artesanales que estaban en el escaparate. “Le pregunté a su mujer si necesitaba algo y sólo contestó ‘just looking (sólo estoy mirando) en un estilo muy british”, asegura. A su salida, la propietaria del establecimiento estrechó, una a una, la mano de la familia que fue un clasico en Downing Street durante diez años.

Tampoco adquirieron nada en otras de las tiendas, como la boutique Bee, donde Cherie echó un vistazo a sus prendas. Florencia Galdós, propietaria de la tienda, confiesa que ninguna de las multimarcas de ropa femenina le debió agradar "porque no se probó nada, aunque se interesaron por unos vestidos”. La esposa del exprimer ministro se despidió con la promesa de volver mientrasBlair y sus hijos la esperaban fuera entre risas.

A la vuelta al parking donde dejaron el coche, los tres guardaespaldas hicieron de nuevo su trabajo jugando al despiste con muchos de los transeúntes que volvierona preguntar “¿es ése Tony Blair?”, a lo que contestaban con un rotundo no. “Sí, ella es su esposa”, dijo un turista señalando a Cherie, que vestía un pantalón pirata de color blanco y un ‘shari’ floreado nada discreto. Él, impecable siempre como un lord, lucía un elegante traje color piedra y calzado sin cordones.

Aznar sudando la camiseta

No muy lejos de allí, ya correteaba por Guadalmina el ex presidente Aznar. Esta vez sin canes. Un coche con dos ocupantes vigilaba a distancia sus pasos mientras varios miembros de seguridad custodiaban la carrera de Aznar que sudaba calorías y camiseta a la par.

José María Aznar fue fotografiado en los alrededores de su nueva casa, que tal como adelantó Vanitatis, ha estrenado esta Semana Santa. De momento, nadie ha visto a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Mientras tanto, el habitual coche de la Policía Nacional hace guardia en las inmediaciones de la vivienda, una lujosa y tranquila villa, el lugar perfecto para huir de la curiosidad de los focos. La patrulla ya se encontraba apostada en el enclave el pasado miércoles, por lo que es posible que estuviera ya en la vivienda.

Por ahora, se desconoce si el expresidente ha coincidido con Tony Blair, sin embargo, en Marbella ya corren ciertas habladurías sobre si será posible un encuentro en el que se rememore aquella foto de las Azores en 2003 en la que también estuvo presente George W. Bush.