La historia con final feliz de la familia Di María

Aunque parecía que estos días no había nada más allá de la final de la Champions en el ámbito deportivo, lo cierto es que detrás de uno de sus protagonistas se esconde una bonita historia que ha pasado inadvertida para muchos. El pasado 22 de abril justo cuando el Real Madrid se preparaba para jugar la semifinal de esta competición contra el Bayern de Munich, Ángel Di María celebraba algo mucho más importante para él. El cumpleaños de su hija Mía. Un cumpleaños cargado de emotividad porque la pequeña, pese a su corta edad, ya sabe lo que es pelear con la muerte y luchar a diario por sobrevivir.

Para el 22 blanco -casualidad o no que su hija también viniese al mundo ese día-el nacimiento de su hija ha sido uno de los momentos más felices de su vida, pero también de los más duros por los que ha pasado. Aunque ahora, más de un año después, aquel desasosiego ya está superado y la felicidad es plena por ver a su hija completamente sana, lo que les tocó vivir al “Fideo” y a su mujer, Jorgelina Cardoso, fue toda una pesadilla.

Desde el primer momento en que Mía llegó al mundo se temió por su vida. Tampoco los médicos daban esperanzas a esos padres que hoy ya tienen a una hermosa niña de más de un año.

La pequeña nació prematura, mediante una cesárea provocada a los seis meses de gestación por varias complicaciones durante el embarazo. De inmediato fue trasladada a la UCI donde permaneció hasta dos meses luchando por su vida hasta que al final el futbolista y su mujer pudieron llevársela a casa aunque aún entubada. Durante esos dos largos meses, la pareja debía atravesar el amargo trance de ir a ver a su bebé al hospital y volverse a casa sin ella en brazos.

Las palabras de Jorgelina

Recordando aquel difícil momento y para arrojar una luz de esperanza a todas las madres que puedan encontrarse en su misma situación, Jorgelina Cardoso colgó el pasado 22 de abril un precioso texto narrando lo sucedido:

Fueron varios los seguidores de Instagram que se emocionaron con las bonitas palabras de la mujer del futbolista y muchas también las madres que quisieron compartir con ella una experiencia similar a través de las redes.

Ahora, un año y un mes después, los Di María son una familia feliz y Ángel y Jorgelina unos padres muy orgullosos de la fortaleza de su pequeña que jamás podrán olvidar la lección que su hija les enseñó.