Los agasajados por Guardiola en su fiesta de boda marroquí
Pep Guardiola y Cristina Serra celebraron su boda por todo lo alto en un lujoso hotel de Marrakech al que acudieron variopintos invitados
Un día después de la ceremonia íntima celebrada el pasado día 29 en el ayuntamiento de Matadepera (Barcelona), que convertía en marido y mujer a Pep Guardiola y a Cristina Serra, el matrimonio y sus tres hijos, María, Marius y Valentina, ponían rumbo a Marrakech. Un avión fletado para unas 60 personas y las garantías de seguridad ofrecidas por el hotel de lujo elegido han permitido que el exentrenador del Barça y sus amigos, entre los que se encontraban el exjugador blaugrana Guillermo Amor, el escritor y cineasta David Trueba, el cantautor Lluis Llach y su agente Josep María Orobitg, hayan podido disfrutar de tres días de festejos alejados de la revolución mediática que supuso la noticia del enlace.
Alojados en el lujoso hotel Amanjena, el mismo en el que se refugió Paulina Rubio tras su ruptura con Colate Vallejo-Nágera, Pep ha contado con el mismo servicio de guardaespaldas que la cantante utilizó en su día, lo que le ha permitido a él y a sus acompañantes, a los que ha costeado el viaje y el alojamiento, moverse con facilidad y discreción por la ciudad.
Además de la visita obligada a la plaza de Yamaa del Fna, donde pudieron pasear como unos turistas más, la comitiva nupcial ha podido disfrutar durante estos días de la música y la comida marroquí, que tanto gustan al matrimonio Guardiola. Celoso de su vida privada, Guardiola quiso celebrar su cambio de estado civil con las personas con las que más lazos ha estrechado durante los últimos años y que van más allá del ámbito puramente deportivo y entre los que se encuentran David Trueba y Lluis Llach.
‘Extrañas’ amistades
Algo similar sucedió con el cantautor catalán Lluís Llach. El compositor ha sido el único capaz de convencer a Pep para subir a un escenario y juntos cantar en junio del 2012 el tema Ara matéix (Ahora mismo) en un concierto benéfico celebrado en el Palau Sant Jordi contra el Sida. De la misma manera que juntos pedían en abril del 2014 el reconocimiento del derecho de autodeterminación de Cataluña a través de un vídeo destinado, según explicaban ellos mismos, a “internacionalizar el proceso político catalán”.
Por eso no es de extrañar que al grupo formado por Guillermo Amor, amigo desde los años en que eran dos jóvenes que entrenaban en la Masía, al doctor Ramón Cugat, con quien mantiene una relación profesional y personal, y a su agente profesional Josep María Orobitg, se hayan sumado Llach y Trueba, en esta expedición a Marruecos para celebrar el “sí, quiero” del discreto Guardiola.
Un día después de la ceremonia íntima celebrada el pasado día 29 en el ayuntamiento de Matadepera (Barcelona), que convertía en marido y mujer a Pep Guardiola y a Cristina Serra, el matrimonio y sus tres hijos, María, Marius y Valentina, ponían rumbo a Marrakech. Un avión fletado para unas 60 personas y las garantías de seguridad ofrecidas por el hotel de lujo elegido han permitido que el exentrenador del Barça y sus amigos, entre los que se encontraban el exjugador blaugrana Guillermo Amor, el escritor y cineasta David Trueba, el cantautor Lluis Llach y su agente Josep María Orobitg, hayan podido disfrutar de tres días de festejos alejados de la revolución mediática que supuso la noticia del enlace.