Francisco Polo, líder, emprendedor social y ‘soltero de oro’
Emblema de la solidaridad y punto de mira para los gays sin pareja. El director de Change.org en nuestro país, responde a ambas definiciones
Emblema de la solidaridad del nuevo siglo y punto de mira para los gays sin pareja. Francisco Polo, el director de Change.org. en España, la mayor plataforma de peticiones del mundo, en nuestro país, responde a ambas definiciones. Así se ha dicho en varias publicaciones aunque él se lo tome a broma y prefiera hablar de las iniciativas solidarias que lo han convertido en un joven de 33 años al que los medios requieren siempre que haya que hablar de iniciativas sociales; alguien que ha visto cumplido su sueño de convertir la solidaridad en su forma de vida. Lo que se sale de ahí, le parece un mero adorno. “Lo veo como algo gracioso y si me siguen sacando en listas de solteros de oro seguiré siendo soltero durante mucho tiempo, porque a la gente le da miedo acercarse a personas que salen en listas así, ya que no te ven como un tipo normal”, asegura a Vanitatis.
Sin embargo, Paco, como lo llaman familiarmente, tiene un pasado que ha influido en su presente. No siempre fue el fundador de Actuable, esa otra plataforma que se acabó fusionando con Change.org y le llevó a su actual posición. Mucho tiempo atrás, en su infancia, el bullying fue crucial a la hora de sembrar la semilla de lo que iba a ser en el futuro: “Lo que recuerdo es que vivía una situación clara de injusticia en la que los chicos se metían conmigo. Algún niño, con muy mala baba, llamaba a casa de mis padres y les decía: “Su hijo es maricón”. Sin embargo, eso no me ha afectado en mi vida posterior. Me pregunto por qué algún profesor o alguno de mis compañeros fue lo suficientemente valiente o fuerte para dar un paso adelante. Lo que me gustaría es que la gente tuviera un sentido ético y diese un paso adelante, en lugar de ser cómplice manteniéndose callada”. Con los años, no le costó nada explicar en todos sus perfiles cuál era su identidad sexual, lo que también lo ha llevado a figurar en listas como la de los 50 gays más influyentes al lado de personajes tan diversos como Jorge Javier Vázquez o Pedro Almodóvar.
Los ataquesen la infancia dieron paso a un niño especial que se preguntaba cuáles eran las formas de cambiar las cosas que le rodeaban, de tener impacto en su realidad más inmediata. “Recuerdo que le pedí a mis padres el libro de 50 maneras de salvar el mundo, que te contaba cosas como lo de coger los plásticos de las latas de Coca Cola y cortarlos, o plantar las semillas de las manzanas que te comías, todo con una buena finalidad”. Después llegaron iniciativas en la adolescencia: de su colaboración con ‘Cruz Roja’ con tan sólo 16 años a la cocreación, cuando estudiaba Derecho en Barcelona, de un grupo de ‘Amnistía Internacional’ y también un trabajo en el departamento de política internacional del PSOE. Aunque su capacidad de liderazgo parece obvia, no parece que quiera canalizarla en la política: “Estuve dos años trabajando para ellos y acabé dirigiendo la campaña online para las penúltimas europeas y de ahí pasé a la estrategia online. Después, me empecé a desencantar porque vi cómo todas las leyes esperanzadoras que había iniciado Zapatero se empezaban a corromper por la industria. La Ley Sinde, con la que hubo una batalla enorme, es un buen ejemplo. Me di de baja como militante y me di cuenta de que los partidos no son vehículos para canalizar los deseos de la gente sino maquinaria puesta al servicio de otros intereses”.
Una vía para cambiar las cosas
Su llegada a Change, tras fundar Actuable, otra web, de menor perfil, sobre peticiones online, lo ha convertido en personaje de debates sociales en televisión, aunque su labor es bastante más compleja de lo que pueda parecer. Él no tiene miedo a que la ‘caja tonta’ pueda tergiversar quién es: “En el momento en el que decido fundar Actuable es debido al impacto que pueda tener, para ayudar a ciertas personas a provocar un cambio. Por eso creé una plataforma, para que sea la propia gente la que ayuda a otros. Aparecer en un medio de comunicación lo veo como una forma de que la gente conozca más Change.org y de ayudar a otras personas. Por tanto, tanto las ventajas como los inconvenientes que pueda tener estar en un medio de comunicación para mí forman parte de esa misión principal de dar a conocer la plataforma”
Dirigir Change le supone una aventura diaria, en la que no sabe muy bien qué va a pasar: desde conseguir que una persona “sea escuchada y se arregle su problema” haciéndola visible en televisión, a acudir a eventos en los que potencia la ayuda de personas que lo necesitan. Hay tiempo, sin embargo, para el ocio: “Soy una persona normal. No me voy todos los días a dormir pensando en cómo acabar con la injusticia, aunque a veces sí lo hago. Yo tengo la suerte de que mi trabajo es eso. Lo que para mucha gente es una dedicación fuera de sus horas de trabajo, para mí es una profesión. Cuando salgo de aquí me dedico a ver la última de los X Men, a jugar al Mario Kart o a jugar al rugby con mi equipo … Salir por la noche no salgo mucho porque a las doce de la noche me entra un sueño terrible”.
Entre sueño y sueño, el más importante es el que ha conseguido: que su plataforma sea todo un referente que ha interesado incluso a la reina Letizia. “Me han invitado en un par de ocasiones a los Premios Príncipe de Asturias y el año pasado coincidí con la princesa. En un minuto le expliqué lo que era Change. Me dijo que ya lo conocía y que estaba interesada en saber más”. Ese lugar en la red que apela a la visibilidad, a la recogida de peticiones para solucionar los problemas de gente anónima a través de la presión mediática, se ha convertido en el cenit profesional y personal de aquel niño que un día vivió la injusticia y que hoy es un ejemplo para miles de personas que la siguen padeciendo. La labor de emprendedores como Paco Polo remite a aquella frase de Montesquieu que venía a decir que “una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”. Él parece tenerlo claro desde que apenas levantaba un palmo del suelo.
Emblema de la solidaridad del nuevo siglo y punto de mira para los gays sin pareja. Francisco Polo, el director de Change.org. en España, la mayor plataforma de peticiones del mundo, en nuestro país, responde a ambas definiciones. Así se ha dicho en varias publicaciones aunque él se lo tome a broma y prefiera hablar de las iniciativas solidarias que lo han convertido en un joven de 33 años al que los medios requieren siempre que haya que hablar de iniciativas sociales; alguien que ha visto cumplido su sueño de convertir la solidaridad en su forma de vida. Lo que se sale de ahí, le parece un mero adorno. “Lo veo como algo gracioso y si me siguen sacando en listas de solteros de oro seguiré siendo soltero durante mucho tiempo, porque a la gente le da miedo acercarse a personas que salen en listas así, ya que no te ven como un tipo normal”, asegura a Vanitatis.
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