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La 'cláusula secreta' de Borja y Blanca que no admite la Baronesa
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un guardaespaldas que no es del gusto de tita

La 'cláusula secreta' de Borja y Blanca que no admite la Baronesa

El acuerdo alcanzado entre la Baronesa Thyssen y su hijo va más allá del ámbito judicial. Tita y Borja han acercado posturas después de siete años

Foto: Borja y Blanca, en una fotografía reciente
Borja y Blanca, en una fotografía reciente

El acuerdo alcanzado entre la Baronesa Thyssen y su hijo va más allá del ámbito judicial. Tita y Borja han acercado posturas después de siete años enfrentados por varios litigios de índole puramente económica. Sin embargo, al margen de estas cuestiones, madre e hijo han superado otros asuntos de carácter más personal. Según ha podido saber Vanitatis, el primogénito habría contratado de nuevo los servicios de su guardaespaldas de confianza. Una decisión con la que la Baronesa no estaría de acuerdo, después de sospechar durante ante años que entre su nuera y este escolta habría algo más que una relación laboral. A Tita la decisión le habría molestado sin embargo, dada la tregua que ambos se han dado, no ha tenido más remedio que aceptar.

Desde que en el año 2007 Borja y Blanca decidiesen casarse después de varios años de noviazgo, la relación entre Tita y su hijo cambió de manera sustancial. La baronesa inició una cruzada contra su nuera que tuvo que someterse a varias pruebas de ADN para demostrar que Borja era el padre del primer hijo del matrimonio. En aquellos momentos, Tita tenía ciertas sospechas sobre los extraños lazos que unían a Blanca con una de las personas que conformaban el equipo de seguridad de los Thyssen- Cuesta.

A pesar de que los análisis confirmaron que Borja era el padre del pequeño Sacha, la baronesa nunca entendió esa confianza entre patrona y empleado y decidió regalar un Mercedes 500 a su hijo, valorado en más de 100.000 euros, a cambio de despedir al guardaespaldas, con quien Blanca habría estado intercambiándose supuestamente una serie de mensajes eróticos. La pareja accedió al acuerdo pero, poco tiempo después, readmitió en su casa al escolta.

Con el tiempo, y tras un sospechoso robo en el que a Blanca le desapareció su teléfono móvil, los mensajes llegaron a varios medios de comunicación, que no dudaron en publicar unos SMS de cuyo contenido se desprendía un supuesto idilio entre Cuesta y su guardaespaldas. Un extremo que incluso negó la mujer del escolta. Los mensajes estaban fechados entre junio del 2006 y abril del 2007, coincidiendo con los primeros meses de casados y el inminente embarazo de Blanca.

Cuando en octubre del 2011 una persona extorsionó a la Baronesa Thyssen solicitándole una importante suma de dinero, a cambio de no hacer público un supuesto video de su nuera manteniendo relaciones con un hombre que no era Borja, de nuevo los rumores se centraron en el guardaespaldas.

Con una guerra abierta contra su madre y ciertos problemas económicos, el escolta fue despedido. Ahora, tras dos años en el paro, vuelve a la vida de Borja y Blanca coincidiendo con la tregua que la Baronesa y su hijo acaban de firmar. ¿Una manera de fastidiar a Tita?, ¿una necesidad de ampliar su equipo de seguridad o simple casualidad?

El acuerdo alcanzado entre la Baronesa Thyssen y su hijo va más allá del ámbito judicial. Tita y Borja han acercado posturas después de siete años enfrentados por varios litigios de índole puramente económica. Sin embargo, al margen de estas cuestiones, madre e hijo han superado otros asuntos de carácter más personal. Según ha podido saber Vanitatis, el primogénito habría contratado de nuevo los servicios de su guardaespaldas de confianza. Una decisión con la que la Baronesa no estaría de acuerdo, después de sospechar durante ante años que entre su nuera y este escolta habría algo más que una relación laboral. A Tita la decisión le habría molestado sin embargo, dada la tregua que ambos se han dado, no ha tenido más remedio que aceptar.

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