Vicente del Bosque, la verdadera estrella de la 'boda Iberdrola'
Ignacio Sánchez Galán García-Tabernero, hijo del presidente de Iberdrola, y su novia, Maria Pedrera, cirujana y experta en medicina nuclear, se casaron
Ignacio Sánchez Galán García-Tabernero, hijo del presidente de Iberdrola, y su novia, Maria Pedrera, cirujana y experta en medicina nuclear, prefirieron una boda de las denominadas de perfil bajo y en la que el seleccionador de fútbol nacional Vicente del Bosque se convirtió en una de los pocos nombres reconocibles entre los asistentes. Cuatrocientos fueron los invitados, la mayoría gente joven, amigos de la pareja y pocos nombres relacionados con el mundo de la política, la empresa y el mundo social. A diferencia de la celebración de su hermana celebrada hace cuatro años, a la que acudieron José Bono y Francisco Camps, que en aquel momento era presidente del Congreso y de la Generalitat Valenciana respectivamente, además de Alberto Cortina y su mujer Margarita Hernández y otros nombres sonoros del poder económico.
Esta vez no hubo políticos ejercientes y salvo ManuelMarín, actual presidente de la Fundación Iberdrola y el que fuera Ministro del Interior, Ángel Acebes, la representación del poder fue nula. La poca presencia de caras conocidas fue un deseo expreso de Ignacio y María, que querían vivir su propia celebración y no la de sus padres. No es un hecho aislado, ya que ahora es algo habitual cuando los progenitores tienen una relevancia pública importante como sucede con Sánchez Galán.
El sábado en Ciudad Rodrigo ocurrio lo mismo que en la boda de la hija de Enrique Cerezo, en la que la protagonista principal fue la joven y no su renombrado padre. La ceremonia religiosa, tal y como estaba previsto, se celebró en la catedral de Santa Maria y fue oficiada por el obispo Raúl Berzosa, que mantiene muy buena relación con la familia Sánchez Galán y Pérez-Tabernero, todos ellos con raíces en Salamanca.
La novia subió al altar vestida con un precioso diseño de Lorenzo Caprile, con encaje bordado en la parte superior, falda lisa y abullonada de seda y un impresionante velo de chantilly prendido con una joya de familia, al igual que los pendientes largos de brillantes acabados en una perla. Los zapatos los firmaba Louboutin. La discreción fue máxima en todo momento. Hubo fotos familiares en el precioso claustro de la catedral y también posado para la prensa que esperaba fuera.
Realmente, quien llamó la atención y a quien los curiosos dirigieron más aplausos y vítores fue a Vicente del Bosque. El entrenador de la selección española hizo el paseíllo hasta la entrada del templo acompañado de Trini, su mujer, y recibiendo el cariño de los ciudadanos que no perdían detalle. No se paró para agradecer las muestras de afecto por falta de tiempo, mientras que a la salida sí que se mezclo con seguidores que querían fotografiarsecon él. No faltaron, de hecho, las fotografías, como después sucedería en el convite nupcial organizado en la finca familiar de los Sánchez Galán en Fuenteroble.
Mientras llegaban los novios se sirvió un coctel a base de jamón y cazuelitas calientes, además de champan. Después, los invitados pasaron a una carpa para cenar. No hubo corte de tarta y sí baile nupcial, como manda la tradición. La novia bailó con su padre y el novio con su madre Isabel García-Tabernero. A continuación, hubo un cambio de pareja. Una cumplido el rito, los invitados mas jóvenes fueron los primeros en moverse al ritmo que marcaba el dj, mientras Vicente del Bosque firmaba hasta en las servilletas sin impacientarse en ningun momento. Un buen tipo, decían todos.
Ignacio Sánchez Galán García-Tabernero, hijo del presidente de Iberdrola, y su novia, Maria Pedrera, cirujana y experta en medicina nuclear, prefirieron una boda de las denominadas de perfil bajo y en la que el seleccionador de fútbol nacional Vicente del Bosque se convirtió en una de los pocos nombres reconocibles entre los asistentes. Cuatrocientos fueron los invitados, la mayoría gente joven, amigos de la pareja y pocos nombres relacionados con el mundo de la política, la empresa y el mundo social. A diferencia de la celebración de su hermana celebrada hace cuatro años, a la que acudieron José Bono y Francisco Camps, que en aquel momento era presidente del Congreso y de la Generalitat Valenciana respectivamente, además de Alberto Cortina y su mujer Margarita Hernández y otros nombres sonoros del poder económico.