El cumpleaños más amargo de Antonio Banderas y Melanie Griffith

“Antonio Banderas y Melanie Griffith celebran sus respectivos cumpleaños con una gran fiesta en Marbella”. Así encabezaba la prensa sus crónicas sobre la pareja cada 9 de agosto desde hace casi dos décadas. Unos titulares que este año, por primera vez, no se leerán en ninguna revista porque el matrimonio ya no es tal desde hace dos meses.

Melanie cumple 57 años este sábado (9 de agosto) y Antonio 54 un día después (10 de agosto), pero para ambos este será su aniversario más amargo. De ser una de las parejas más estables del mundo del cine capaces de superar cualquier obstáculo han pasado a escoger caminos distintos y empezar una vida nueva en solitario. Banderas, como anfitrión de la gala Stalite, está en Marbella donde los recuerdos deben golpear con fuerza. Mientras, Melanie, que continúa con sus compromisos como actriz, ha acudido al festival de cine de Locarno (Suiza) donde un vestido negro de media manga impide ver si finalmente “Antonio” se ha borrado de su brazo con la misma eficacia con la que lo ha hecho en su corazón.

Aunque desde hace años la fiesta de cumpleaños de ambos en su casa de Marbella era una cita inexcusable para su entorno, este fin de semana soplarán las velas en entornos muy diferentes. Él, arropado por el ambiente que se respira en el Starlite y ella, con sus hijos. Los años en los que la celebración en conjunto era una tradición ya forma parte de las hemerotecas.

Sin declaraciones al respecto

Ante el ahínco de Banderas y Griffith por no soltar prenda sobre su divorcio, por el momento, las causas que les llevaron a él son sólo conjeturas. Si en el documento oficial de separación se aludía a “diferencias irreconciliables”, en el entorno de la pareja se habla de causas más precisas que tendrían que ver con un desgaste de su matrimonio fruto de los problemas con las adicciones que padecía Melanie y que la llevaron a recibir tratamiento en alguna ocasión. Antonio siempre permaneció a su lado y fue para ella un pilar en el que apoyarse en los momentos más difíciles, sin embargo, en ocasiones las relaciones se resienten y el amor no basta para curarlas.

Después de 18 años de matrimonio su separación fue toda una sorpresa. Nada hacía presagiar que estuvieran tan cerca de la ruptura ya que siempre tenían motivos con los que acallar los rumores de crisis.

Ahora, casi dos décadas después, lo que el destino tenía preparado para Antonio y Melanie es muy distinto. El reparto de su patrimonio y la custodia de Stella del Carmen es lo único que de momento une a la otrora pareja. Dos cuestiones que probablemente traen de cabeza a ambos y que esperan se solucionen pronto. Pueden pedirlo cuando soplen las velas.