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La Guardia Civil entra en la finca de Gil Silgado y pone fin a la agonía de su yeguada
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HAN ENCONTRADO 28 CABALLOS DESNUTRIDOS

La Guardia Civil entra en la finca de Gil Silgado y pone fin a la agonía de su yeguada

A finales de febrero Vanitatis denunció la situación de desnutrición en la que se encontraba la yeguada del empresario. Ahora el Seprona ha tomado acciones

A finales de febrero del presente año Vanitatis denunció la situación de precariedad y desnutrición en la que se encontraba la yeguada que el expresidente del Xerez, José María Gil Silgado, tenía en su finca de Sevilla. Este martes,el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha tomado cartas en el asunto presentándose en el terrenoque el empresario tiene en el municipio de Bollullos de la Mitación y ha imputado a lahermana de Gil Silgado, que participaba de la explotación de la finca,porun supuesto delito demaltrato animal.

Durante la inspección a la finca que realizaron las fuerzas de seguridad, acompañados de un veterinario de la Oficina Comarcal Agraria Poniente de Sevilla,se constató el mal estado de los equinos propiedad del empresario. En total se han contabilizado 28 caballos en situación de desnutrición y con diversas enfermedades y lesiones cutáneas fruto del supuesto abandono al que se veían sometidos desde hace ya varios meses, como así muestran unas imágenes facilitadas por la Guardia Civil similares a las publicadas por Vanitatis en su día.

Para su manutención, los servicios veterinarios y la Guardia Civil tan sólo encontraron “medio saco de pienso y cierta cantidad de paja en pacas”. Una cantidad muy inferior a la necesaria para mantener en idóneas condiciones a los 28 caballos que han sobrevivido a esta situación. Desde que la finca pasó a manos de La Caixa a la espera de que fuese de nuevo adjudicada tras su emabrgo, al menos 10 caballos han perdido la vidaallí, tal y como narraba a este medio una persona cercana al empresario: “Desde que se fue nadie se responsabiliza del mantenimiento del cortijo, tan sólo un matrimonio de custodios se encarga de que allí no entre nadie, pero José María no envía ni un duro para los gastosque una finca de estas características supone. Probablemente sabiendo que la van a subastar no le interese tirar el dinero”.

Hogueras para quemarlos

No dista mucho del escenario que encontró la Guardia Civil en el momento de la inspección. También se hallaron en la finca restos de una hoguera en la que presumiblemente se han incinerado algún ejemplar al hallar “fauna cadavérica todavía viva –larvas de dípteros y gusanos-, así como trozos de animal grandes, posiblemente equino, que no se había llegado a quemar totalmente”, como así han informado las autoridades.

“Mantener estos caballos supone una inversión de casi 5.000 euros al mes. Los machos se encuentran dentro de sus boxes, pero las hembras y los potros están sueltos. Se ha tomado esa decisión para que salgan a la zona de matojos y puedan alimentarse de alguna manera”, señala la misma fuente. Algunos de los ejemplares, como el galardonado en el certamen de la feria del caballo, llegaron a alcanzar precios de más de 100.000 euros en el mercado. En la actualidad la mala salud del animal debido a la desnutrición hace casi imposible su venta. La intención es llamar al Seprona y que trasladen los caballos que aún están con vida a unas cuadras, donde los puedan alimentar y limpiar; en caso contrario morirán", explicaban a Vanitatis desde el entorno del empresario.

A finales de febrero del presente año Vanitatis denunció la situación de precariedad y desnutrición en la que se encontraba la yeguada que el expresidente del Xerez, José María Gil Silgado, tenía en su finca de Sevilla. Este martes,el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha tomado cartas en el asunto presentándose en el terrenoque el empresario tiene en el municipio de Bollullos de la Mitación y ha imputado a lahermana de Gil Silgado, que participaba de la explotación de la finca,porun supuesto delito demaltrato animal.

Sevilla José María Gil Silgado
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