Las 10 contradicciones 'amarosas' de Campos en su libro… y su oda al sexo

Vanitatis se ha leído el último libro de María Teresa Campos y rescata 10 contradicciones en las que cae la presentadora, ahora que el amor vuelve a ser protagonista en su vida:

1. “Parece como si nuestra existencia estuviera muy seca si no tenemos cerca el manantial amoroso (…) Pienso, sin embargo, que podríamos disfrutar siendo, como alguien dijo, naranjas enteras y no andar buscando la media naranja, por otra parte tantas veces amarga, tan desagradable de sabor y tan ácida para el organismo”.
2. “¿Es el amor un sentimiento sobre el que se puede o debe sostener la estabilidad de nuestra vida? Pues yo creo que no. Es como la trampa emocional que a veces nos aboca a perder nuestra libertad en brazos de otro, alguien con quien podemos establecer compromisos y ataduras difíciles de deshacer (…) vender sus libertades por ese sentimiento que puede darnos los momentos más mágicos de nuestra vida, para luego jorobarnos el resto”.
3. “El amor de los amores parece que significa renuncia a las aspiraciones propias de nuestra naturaleza humana (…) Si optamos por otros caminos de felicidad viviremos mejor”.

1. El amor crea inseguridad porque nos hace depender de otro. El o la que pasa del amor no es un ser amargado, sino un ser humano completo y seguro de sí mismo; no tiene por qué ser un perdedor ni un marciano. Y tiene, además, las ventanas abiertas al disfrute de muchas emociones alternativas”.
2. “Si somos sinceros con nosotros mismo podamos preguntarnos cuánta felicidad hemos recibido del enamoramiento y de la pasión romántica, cuánto tiempo han ocupado de lo vivido hasta ahora. Para mí, es más una aspiración constante que una realidad. Y quizá en ese empeño hemos perdido un tiempo precioso que podríamos haber empleado en otras cosas”.
3. “El amor es un sentimiento tan vulnerable que todo lo que le roza es susceptible de ser dañado: la convivencia, la rutina, el tiempo, los cambios que experimentamos nosotros o los de nuestra pareja, los avatares de la vida, que a unos les unen y a otros los llevan a la ruptura… Y el dinero. Por muy enamorado que estés, si peligra la supervivencia económica y lo construido hasta entonces en ese terreno, pueden dispararse las señales de alarma. Si te quedas sin futuro, se tambalea por muy grande que sea la pasión”.
4. “Cuando se presentan las viudas a arreglar los papeles de la pensión, parecen mujeres plenas. ¿Han recuperado su futuro?”.
5. “Pero, en general, ¿existe el amor sin sexo? ¿Es igual de pleno el sexo sin amor? A lo primero respondo que tal vez no, y a lo siguiente digo que por supuesto. Si las dos cosas duran tan poco juntas, ¿por qué no separarlas?”.
6. “En lo que sí creo es en el buen entendimiento en una relación sexual. Simplemente y sin más compromisos. Es saludable encontrar a alguien que te hace disfrutar y te lleva a reinventarte a ti misma. En este terreno no hay peor cosa que la ley de la baraja: sota caballo y rey. Más de lo mismo año tras año provoca inevitablemente una sensación de hastío. ¡Qué tortura!”.
7. “Y pasado el tiempo, el sexo pude ser un ingrediente de nuestra vida al margen del matrimonio o de la propia familia. Ya sé que más de uno se va a rasgar las vestiduras, pero… ¡Dios mío! No estoy planteando ninguna cosa exótica ni provocadora, ni éticamente incorrecta. De esa forma han durado parejas y familias por los siglos de los siglos. Y, desde luego, ellos lo han hecho siempre”.