El duque de Huéscar: "Estamos buscando los 200 millones que nos ha quitado Forbes"

Este martes se publicaba el ranking de las mayores fortunas de España según la revista Forbes. La duquesa de Alba aparece en la novena posición, con un capital de 2.800 millones de euros. Una cantidad inferior a la que le adjudicaron en la lista de 2013, cuando cuantificaban su patrimonio en 3.000 millones, que la situaban en un octavo puesto, por encima de los March y Alicia Koplowitz.

Ante estos datos, en los que se aprecia una pérdida de 200 millones de euros en el último año en un patrimonio armado a base de bienes inmuebles y artísticos, Vanitatis se ha puesto en contacto con el duque de Huéscar para preguntarle a qué se ha debido esa pérdida de poder adquisitivo. “Estos datos no son reales”, asegura tajante. El primogénito de la duquesa de Alba explica esta afirmación: “Hay una equivocación total, porque mi madre no tiene el patrimonio que dice la revista, ni este año ni el anterior. Son datos inexactos porque manejan una información que no es real. Desconocen o no tienen en cuenta que mi madre decidió que los hijos heredáramos en vida y, por lo tanto, la duquesa de Alba no puede figurar actualmente en ningún puesto. Yo, como primogénito, recibí la mejora y eso es lo que hay. Eso sí, comparado con las grandes fortunas que aparecen, yo estaría en un puesto absolutamente bajo”.

Hay que recordar que en julio de 2011, antes de contraer matrimonio con Alfonso Díez, Cayetana de Alba repartió bienes y patrimonio entre sus seis hijos. Una donación mediante la cual sus vástagos pasaban a ser titulares registrales de los bienes, aunque la duquesa mantenía la presidencia del patronato de la Fundación Casa de Alba.

Carlos Juan Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo se toma con humor la información y ese desfase de 200 millones “que nos tendremos que poner a buscar”. Al preguntarle si estos datos pueden perjudicar a la familia con respecto a futuras indagaciones de Hacienda, responde que “en absoluto. El señor Montoro sabe mejor que nosotros cuál es nuestro patrimonio. En ese sentido no hay problemas de ningún tipo. Imagino que el año que viene a lo mejor aparezco como el hombre más rico del mundo. Así funcionan las cosas”, comenta sin enfadarse demasiado.

Ya el año pasado fue Cayetano Martínez de Irujo quien se mostró disconforme con el patrimonio que les adjudicaba la publicación.“Forbesha calculado a ojo de buen cubero”, sentenciaba en conversación conVanitatis. El conde de Salvatierra quiso dejar claro que esa cifra no se corresponde con la realidad, insinuando que su patrimonio actual es menos boyante.

El año pasado Forbes introdujo por primera vez a la duquesa de Alba en su listado. Para realizar este tipo de listas,Forbesutiliza como fuentes fundamentales el Registro Mercantil y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Dos instituciones que dejaban fuera a la duquesa de Alba de este exclusivo inventario. Esto ha sido solucionado al “consultar los datos del Registro de la Propiedad,y hemos valorado por primera vez los bienes inmuebles”, tal y como aseguraron en su momento los responsables de la citada publicación aVanitatis, del mismo modo que ahora justifican la disminución de su patrimonio de 200 millones por una posible depreciación de sus bienes inmobiliarios.

¿Por qué es tan difícil cifrar la fortuna de la Casa de Alba?

La Casa de Alba es la más importante de España y no solo por elmedio centenar de títulos nobiliariosque colecciona la matriarca, sino también por su ingente patrimonio.Palacios, castillos, apartamentos, valiosas obras de arte, exclusivas joyas… una colección de incalculable valor del cual no existe un acuerdo. Un debate que continúa hoy día, desde la revistaForbes,que estima su riqueza en torno a los 3.000 millones de euros, y la Casa de Alba, que la considera más modesta.

Esta infinidad de propiedades han ido pasando de generación en generación. Ahora están protegidas por laFundación Casa de Alba, constituida en 1975, con los beneficios fiscales que esto conlleva.No todas sus propiedades están amparadas bajo esta sociedady aquellas que figuran lo hacen por debajo del precio actual de mercado. Es el caso de los dos palacios favoritos de la duquesa, el de Liria (Madrid) y el de Dueñas (Sevilla), que están tasados ambos en casi 17 millones de euros, cuando solo el terreno sobre el que reposa el edificio de la capital,situado en la calle Princesa,saldría a la venta por un valor veinte veces mayor.

Teniendo en cuenta que los Alba atesoran cerca demedio centenar de inmuebles entre palacios, castillos, pisos y mansiones, la labor de estimación de su patrimonio se dificulta aún más. De la veintena de fortalezas que posee distribuidas por la Península, destacan el castillo de San Vicente del Pino (Lugo), el de San Leonardo de Yagüe (Soria), el de Narahio (A Coruña) o el de Monterrei (Galicia). A parte figuran los nueve palacios de la familia, quela duquesa de Alba ya ha repartido entre sus hijos,como el de Monterrey (Salamanca),que pasó a manos del primogénito, o el de Arbaizenea (San Sebastián), que heredó Cayetano, o la mansión ibicenca que regaló a Eugenia por su boda con Fran Rivera.

Un ingente patrimonio

Las verdaderas joyas de la Fundación Casa de Alba sonlasvaliosas obras de arteque han pertenecido a la familia durante siglos. Estas piezas son las más complicadas de tasar. La constante fluctuación del mercado del arte impide establecer por cuánto se llegaría a venderel Greco, los tres Goya, los ocho Rubens, los tres Tiziano, el Velázquezo cualquiera de las 239 obras plásticas que adornan sus estancias. Al igual que ocurre con los cientos de documentos que obran en su poder y que llenan las estanterías del archivo histórico de la gran biblioteca del palacio de Liria.

Por otro lado, estála explotación de las numerosas fincas que la familia posee por toda la geografía española y comercializaa través de varias empresas, entre las que destaca Euroexplotaciones agrarias, Agralsa, Actividades Aerotécnicas, Castrofresno y Eurotécnica agraria).Un conglomerado cuyo patrimonio neto supera los 45 millones de eurosy del que la duquesa de Alba es propietaria en distinta proporción.

Con todo ello, tal es el patrimonio de la familia Alba que resulta prácticamente imposible fijar una cifra que englobe todas sus posesiones. Un montante del que quizá ni sus propietarios sean conscientes.