La boda de quien se sentó junto a Camps en el banquillo del 'caso de los Trajes'

Boda de alto copete en Valencia. Este fin de semana Valencia acogió la boda entre el diputado del Partido Popular en las Cortes ValencianasRicardo Costa, y la directora general de Familia y Mujer de la Generalitat Valenciana, Laura Chorro. El enlace tuvo lugar en la parroquia castrense de Santo Domingo ante más de 300 invitados y en un ambiente en el que predominaron las pamelas.

Ya hay quien la ha denominado como la boda del año en Valencia, no solo por el perfil político de los contrayentes –Ricardo Costa fue secretario general del PP valenciano y portavoz del Grupo Popular en las Cortes Valencianas antes de ser destituido por su implicación en la ‘trama Gürtel’–, sino también por el caché de algunos de sus invitados.

En el desfile de rostros conocidos se pudo ver al diputado Vicente Martínez-Pujalte yal exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid,Juan José Güemes, quien iba acompañado de su mujer, la diputada por Castellón Andrea Fabra –conocida por aquel polémico “¡que se jodan!” que se le escapó en el Congreso de los Diputados–. También estaban la consellera de infraestructuras, Isabel Bonig; el exalcalde de AlicanteLuis Díaz Alperi,el exconseller de Economía, Gerardo Camps; el exvicepresidente de la Generalitat Víctor Campos y el exdiputado David Serra. No hubo ningún representante de la actual cúpula del PP valenciano.

Por supuesto, tampoco faltó el hermano del novio, Juan Costa, quien fuera ministro de Ciencia y Tecnología del Gobierno de José María Aznar. De hecho, fue él quien se encargó de organizar una fiesta la noche previa al enlace en el Palacio del Negrito.

En total, se dieron cita cerca de 300 invitados en la iglesia de Santo Domingo de Valencia, que brindaron por el paso dado por los novios con 100 botellas de champán, como así señala Valenciaplaza.com en su página web. Ricardo Costa y Laura Chorro no escatimaron en gastos para su gran paso por el altar. Un millar de hortensias blancas ponían aroma y color a un enlace en el que el novio era casi más buscado por los fotógrafos que la propia novia, auténtica protagonista de este tipo de ceremonias.

El exsecretario general del PP no dudó en recibir a los fotógrafos y los curiosos que se encontrabana las puertas de la parroquia con una amplia sonrisa. Lo hacía del brazo de su madre y madrina, María Dolores Climent, vestido con un chaqué en color gris Oxford diseñado por su sastre de confianza, Antonio Puebla, amigo íntimo de la familia. Minutos después llegó a la parroquia la novia, siguiendo la tradición de dejar que su futuro marido se impacientase con su retraso. Lo hacía con un vestido nupcial inspirado en el que utilizó para su boda Grace Kelly y con un ramo de hortensias que casaba a la perfección con la decoración del templo.

Una vez convertidos en marido y mujer, Costa y Chorro convocaron a sus invitados al Veles e Vents, uno de los enclaves predilectos por la alta sociedad valenciana para celebrar banquetes, cuyo alquiler por celebración ronda los 8.500 euros, tal y como señala la citada publicación. Con vistas al mar y a la ciudad, los 300 comensales saciaron su apetito con las propuestas gastronómicas de la cocina del grupo El Alto. El menú estaba compuesto por consomé con jamón ibérico y trufa, crepes de txangurro con salsa de marisco y pularda rellena de foie y setas. Todo regado con vino blanco Albariño Do Ferreiro y tinto de las bodegas de Ramírez de Gamuza, el cual levantaron al aire en varias ocasiones para brindar por la unión de los novios.