Es noticia
Menú
La 'incógnita Díez': 2.000 euros mensuales vitalicios… ¿y qué parte de la herencia?
  1. Noticias
TIENE QUE ABANDONAR EL PALACIO DE DUEÑAS

La 'incógnita Díez': 2.000 euros mensuales vitalicios… ¿y qué parte de la herencia?

El duque viudo de Alba renunció a sus derechos sucesorios legales como cónyuge para poder casarse con Cayetana. A cambio recibiría 2.000 euros mensuales

Foto: Alfonso Díez, en una imagen de archivo durante la misa funeral por la duquesa de Alba (Gtres)
Alfonso Díez, en una imagen de archivo durante la misa funeral por la duquesa de Alba (Gtres)

“No sé si he sabido decirte lo que te he querido, te quiero y te querré”. Este es el mensaje que Alfonso Díez ha querido que su duquesa guarde de él en la perpetuidad de su descanso. Esta declaración de amor eterno rezaba en la cinta de la corona de rosas rojas que el viudo quiso que acompañara a doña Cayetana en la capilla ardiente y en su último viaje.

Su imagen durante los actos fúnebres de su esposa es la del sufrimiento y el dolor. Su rostro, totalmente desencajado, un poema. El viudo de la XVIII duquesa de Alba se mostraba inconsolable. ¿Y ahora qué? ¿Qué va a ser de Alfonso Díez? ¿Dónde continuará su vida? ¿Cómo?

Para empezar, su existencia está lejos del palacio de las Dueñas. Aquí ha transcurrido gran parte de su vida con la duquesa, donde han pasado algunos de los mejores momentos de sus tres años de casados. Pero tendrá que salir de allí. Tras la muerte de su mujer, el palacio lo hereda su hijo Carlos, el duque de Huéscar.

En las próximas fechas Alfonso regresará a Madrid, donde sigue teniendo su piso de soltero. No lo vendió. Ni siquiera llegó a alquilarlo, pues cuando tenía que viajar a la capital sin la compañía de Cayetana prefería alojarse en él antes que en el palacio de Liria. También pasará tiempo en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde hace un año el ahora duque viudo de Alba compró una casa que está rehabilitando.

¿Y de qué vivirá?

Alfonso cobra actualmente una pensión de jubilación como funcionario de unos 1.800 euros. A esto hay que sumar los 2.000 euros mensuales que mientras viva recibirá de la Fundación Casa de Alba, como se acordó cuando Díez firmó aquel convenio en el que renunciaba ante notario a “cualquier título, derecho u honores” para poder casarse con doña Cayetana.

Todas las imágenes del funeral (Pinche para ver la galería)

Aun así, la relación con los hijos de su mujer ha mejorado en los últimos años y seguro que podrá seguir apoyándose en ellos en unos momentos tan duros. Finalmente el tiempo ha demostrado que lo único que quería era hacerla feliz. Sus hijos saben que, gracias a él, ella no se ha encontrado sola los últimos años de su vida. Por eso, “seguro que siguen manteniendo algún tipo de vínculo con él, tanto afectivo como económico, si lo necesitara”, aseguran a Vanitatis personas cercanas a la Casa de Alba. “No van a permitir que Alfonso tenga ninguna necesidad. No les gustaría ver que el viudo de su madre no lleva una vida cómoda. Y tampoco les interesaría, porque es mejor tenerle contento”, indican estas fuentes.

Alfonso Díez renunció a los bienes patrimoniales de la duquesa antes de casarse con ella. Era una forma de demostrar a los hijos del clan Alba que no se casaba con ella por interés. En febrero de 2011 firmó unas capitulaciones matrimoniales de 15 claúsulas con las que renunciaba a prácticamente todo.

Son los últimos puntos del documento donde quedan reflejadas las renuncias. En la cláusula 11, Alfonso renuncia a "cualquier tipo de pensión que le pudiera corresponder fruto de su matrimonio". En el 12, a "cualquier título, derecho u honores que le pudiera corresponder fruto de su matrimonio". Por su parte, con el 13 se le permite "permanecer al lado de doña Cayetana Fitz-James Stuart" en el caso de que esta enferme, sufra algún tipo de minusvalía o no tenga capacidad de decidir, además de "estar en el lugar donde ella se encuentre, atenderla, cuidarla, visitarla y permanecer a su lado".

Es la última claúsula la que permite distintas interpretaciones. En ella Alfonso renuncia “al usufructo que pudiera corresponderle como cónyuge supérstite (que sobrevive, es decir, tras el fallecimiento de la duquesa)”. Es decir, que renuncia incluso a la herencia que por ley le corresponde.

“No sé si he sabido decirte lo que te he querido, te quiero y te querré”. Este es el mensaje que Alfonso Díez ha querido que su duquesa guarde de él en la perpetuidad de su descanso. Esta declaración de amor eterno rezaba en la cinta de la corona de rosas rojas que el viudo quiso que acompañara a doña Cayetana en la capilla ardiente y en su último viaje.

Patrimonio Muerte