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Patricia Conde alega motivos laborales para no enfrentarse a su exmarido en un juicio
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DEBÍAN VERSE EN LOS JUZGADOS ESTE MARTES

Patricia Conde alega motivos laborales para no enfrentarse a su exmarido en un juicio

Debía acudir este 25 de noviembre a los juzgados de Alcobendas para declarar como imputada por "revelación de secretos". La pena oscila entre los 12 y 24 meses

Foto: Patricia Conde y Carlos Seguí, en una fotografía de archivo (Gtres)
Patricia Conde y Carlos Seguí, en una fotografía de archivo (Gtres)

La cita llevaba señalada casi dos meses. En la mañana de este martes, Patricia Conde y su exmarido, Carlos Seguí, debían verse la caras en el Juzgado de Instrucción numero 1 de Alcobendas; sin embargo, los motivos laborales alegados por la presentadora le han impedido acudir al tribunal a declarar en calidad de imputada.

Desde que Conde y Seguí se separaron en febrero de este año las visitas a los juzgados han sido constantes. A la demanda de separación y a la guerra por la custodia del niño que ambos tienen en común, se sumó una querella presentada por el empresario mallorquín contra su exmujer por un presunto delito de "revelación de secretos por particular", tal y como adelantó Vanitatis.

En la querella se documentaban casi 70 correos de carácter personal en los que Carlos Seguí mantenía conversaciones con sus letrados y asesor fiscal, así como copias de sus cuentas bancarias, utilizados supuestamente por Conde para averiguar los ingresos económicos del empresario de cara a solicitar una pensión de manutención. De demostrarse el delito, la presentadora podría enfrentarse a una pena de 12 a 24 meses de prisión, tal y como establece el código penal.

Tras admitirse a trámite la querella el pasado mes de octubre, el juez citó a Conde para que declarase en la mañana del 25 de noviembre en calidad de imputada, sin embargo los compromisos profesionales alegados por su abogada han retrasado la cita para el 20 de enero del próximo año.

Esta última batalla en los tribunales ha coincidido con el regreso de Patricia a la parrilla de Cuatro, donde presenta el programa Killer Karaoke junto a Florentino Fernández, lo que podría haber provocado un problema de agenda que le impediría declarar. Sin embargo, el tema que más preocupa a ambas partes es el concerniente al futuro del hijo que tienen en común y cuya custodia se verá en los juzgados a principios de año. De momento, Seguí solo tiene derecho a un régimen de visitas de fines de semana alternos, por lo que ha recurrido las medidas provisionales dictadas por el juez con el fin de disfrutar de una custodia compartida.

Un intercambio con intervención policial

La comunicación entre Conde y Seguí es inexistente, hasta el punto de no verse las caras ni en los momentos en los que el niño tiene que pasar de las manos del uno al otro. Para ello, la expareja habría designado a unas personas de confianza del entorno del pequeño que les facilitaría las labores de intercambio. Algo que no siempre se produce. Según ha podido saber Vanitatis por varios periodistas que siguen los pasos de la presentadora, la última vez que Patricia fue a recoger a su hijo a Palma tuvo que intervenir la policía.

La presentadora llegaba al aeropuerto mallorquín y esperaba en la sala vip a que una amiga suya recogiese al niño en la casa que Seguí tiene en Palma. Sin embargo, Carlos se negó a entregarle a su hijo, puesto que no conocía a la persona que había llegado a su domicilio para llevarse al pequeño, por lo que fue necesaria la intervención de la policía. Finalmente era la propia presentadora quien, escondida bajo una manta para evitar los flashes de los fotógrafos, recogía a Lucas para trasladarlo a Madrid.

La cita llevaba señalada casi dos meses. En la mañana de este martes, Patricia Conde y su exmarido, Carlos Seguí, debían verse la caras en el Juzgado de Instrucción numero 1 de Alcobendas; sin embargo, los motivos laborales alegados por la presentadora le han impedido acudir al tribunal a declarar en calidad de imputada.

Florentino Fernández
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