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Sandra Golpe, la informadora todoterreno que fue compañera de la Reina Letizia
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ENTREVISTA A LA PERIODISTA

Sandra Golpe, la informadora todoterreno que fue compañera de la Reina Letizia

Tímida, algo inquieta y humilde hasta rozar el paroxismo. Así es la presentadora de segunda edición de informativo de Antena 3, que compartió estudios con la Reina

"Periodista". Sin ambages, sin adornos y sin los adjetivos que otros desean adjudicarse. Esa palabra es la que contestará Sandra Golpe, la presentadora de la segunda edición de informativos de Antena 3, si alguien le pregunta por su profesión o por lo que opina de los periodismos estelares y la vanidad que conlleva a veces esa vilipendiada profesión. Tímida, algo inquieta y humilde hasta rozar el paroxismo, esta mujer que acaba de cumplir unos juveniles 40 años y que nació en San Fernando allá por 1974, se toma muy en serio su trabajo, hasta el punto de estar pegada a la actualidad todo el día, como si esta fuese uno de sus principales motores vitales. Sin embargo, también sabe que a veces hay que parar y echar el freno: "Cuando vives prácticamente en el plató y este es la prolongación de tu casa, es cierto que hay que hacer el ejercicio de desconectar. Sobre todo cuando estás con la familia porque incluso te llegan a llamar la atención. El castigo que me impone mi hijo es quitarme el móvil. Sin embargo, es inevitable que estés 24 horas pendiente de la noticia", asegura con una sonrisa de oreja a oreja.

El mes de noviembre, con el referéndum en Cataluña, la imparable ascensión de Podemos, la muerte de una duquesa o el encarcelamiento de una tonadillera, ha sido rico en noticias. Sandra Golpe las ha vivido todas apasionadamente, aunque reconozca que la profesión de periodista no es una nube de azúcar precisamente: "Lo tenemos que pasar un poco regular; es un trabajo precario en el que es muy difícil tener una estabilidad. Ni yo la tengo. Después de veinte años sigo con la idea de que es una profesión preciosa pero también es caprichosa".

Ella, que vive por y para su hijo de nueve años, no sabría cómo tomarse que este opte algún día por el mundo del periodismo y que, como a ella le ocurrió de pequeña, empiece a jugar con micrófonos y demás útiles de 'plumilla': "Su padre también es periodista. Antes de estar aquí ya estuve en CNN+ y también presenté informativos allí, o sea que cuando estaba embarazada él se movía dentro al ritmo de la sintonía de la cadena (no puede evitar sonreír al recordarlo). Es un niño que ha nacido en este ambiente y que está acostumbrado a los cambios de horario, a que su madre esté aquí y esté allá. No le da ninguna importancia. A veces le pregunto si le dicen algo en el colegio y, aunque me dice que sí, lo lleva con total normalidad".

Hablando de su hijo y de los avatares que la televisión le depara en el día a día, es fácil adivinar en Golpe a una mujer expresiva, espontánea y de una simpatía natural que quizá acabe siendo explotada más allá de los estrechos márgenes de un informativo. ¿Quizá un programa de entretenimiento? "Nunca se sabe", dice ella con cierta reserva y su habitual timidez. Es precisamente ese rubor el que casi le roba el sueño de ser periodista. Y es que, la niña tímida que fue nunca habría imaginado que millones de personas la verían algún día a través de la pequeña pantalla. "Me ganaba la inseguridad. En mi familia nunca se plantearon que yo pudiera llegar a hacer esto. Cuando estaba decidiendo qué carrera hacer, vi que me gustaba escribir, algo común a los que nos dedicamos a esto, pero también veía mi barrera de timidez. Podía tener un interior plenísimo pero luego me costaba expresarlo", asegura entre risas.

Compañera de estudios de la Reina Letizia

A lo largo de tantos años de carrera, directos e incluso programas de música que dieron una imagen muy distinta de la que ahora se tiene de ella, Golpe se ha cruzado con muchas personas y no pocas anécdotas. Una de las compañeras que han pasado por su vida profesional tiene nombre de reina y se llama Letizia. ¿Les suena? Ambas coincidieron cursando un máster y, desde entonces, han vuelto a verse de cuando en cuando: "La conocí recién terminada la carrera, cuando me vine a hacer un máster a Madrid. Ella era uno de los 20 alumnos de un postgrado de Periodismo y Televisión. Uno de los profesores del Máster, su padre. También estaba su abuela, Marisol del Valle. Guardo mucho cariño a esa parte de la familia que conocí pero es un recuerdo remoto porque yo tenía 20 ó 21 años. Es una persona perfeccionista y muy cercana a pesar de lo que digan. En la época del máster éramos unos niños y muchos sábados nos tomábamos algo. Ella era una más, una persona cariñosa".

El recuerdo remoto se tornó cercano cuando, años más tarde, ambas trabajaron al mismo tiempo en CNN+ y, pese a que no tenían el mismo horario, el cariño y la simpatía entre ambas permanecía intacto. También ahora, cuando sus vidas son completamente distintas y coinciden muy rara vez: "Ella es siempre la que se acerca antes de que tú lo hagas, la que te da dos besos. Solamente te puedo decir que estoy orgullosa de lo que está haciendo. La veo y me siento contenta de que se encuentre bien llevando a cabo una labor muy difícil".

Más allá de la anécdota 'royal', Golpe habla con entusiasmo de cómo el periodismo o la televisión ya no se conciben sin redes sociales o del prejuicio al que las de su sexo se enfrentan siempre que se discute si son guapas o feas: "Ya me ves, soy muy normal. Soy tan guapa como cualquiera que hay por la calle o menos. La televisión tiene un componente de imagen y no pienso que mi oficio en concreto requiera que seas guapo de caerte para atrás porque despistas al espectador. Pienso que se necesita un rostro neutro y agradable", asegura.

"Periodista". Sin ambages, sin adornos y sin los adjetivos que otros desean adjudicarse. Esa palabra es la que contestará Sandra Golpe, la presentadora de la segunda edición de informativos de Antena 3, si alguien le pregunta por su profesión o por lo que opina de los periodismos estelares y la vanidad que conlleva a veces esa vilipendiada profesión. Tímida, algo inquieta y humilde hasta rozar el paroxismo, esta mujer que acaba de cumplir unos juveniles 40 años y que nació en San Fernando allá por 1974, se toma muy en serio su trabajo, hasta el punto de estar pegada a la actualidad todo el día, como si esta fuese uno de sus principales motores vitales. Sin embargo, también sabe que a veces hay que parar y echar el freno: "Cuando vives prácticamente en el plató y este es la prolongación de tu casa, es cierto que hay que hacer el ejercicio de desconectar. Sobre todo cuando estás con la familia porque incluso te llegan a llamar la atención. El castigo que me impone mi hijo es quitarme el móvil. Sin embargo, es inevitable que estés 24 horas pendiente de la noticia", asegura con una sonrisa de oreja a oreja.

Sandra Golpe
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