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Los Thysses pasan juntos la Navidad después de siete años de distanciamiento
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en casa de la baronesa thyssen

Los Thysses pasan juntos la Navidad después de siete años de distanciamiento

Tras poner fin a las diferencias que mantenían madre e hijo, la baronesa Thyssen, Borja y Blanca se han vuelto a juntar por Navidad siete años después

Foto: La baronesa junto a Borja y Blanca, en una imagen tomada recientemente (Gtres)
La baronesa junto a Borja y Blanca, en una imagen tomada recientemente (Gtres)

Durante los últimos siete años la baronesa Thyssen ha celebrado las Navidades sin la presencia de su hijo Borja y, por extensión, de Blanca y sus nietos. Pero esta vez todo ha cambiado y por fin los desencuentros maternofiliales quedaron aparcados para volver a reencontrarse una vez superados los malos rollos que existían entre las dos partes. Sus diferencias se terminaron hace unos meses. Desde entonces, la abuela puede disfrutar por fin de sus tres nietos Sacha, Eric y Enzo, además de poder conocer el pasado 30 de noviembre a Kala a las pocas horas de su nacimiento.

Al día siguiente, el almuerzo navideño lo organizó la baronesa Thyssen. Fue en su mansión de La Moraleja, con pavo y marisco como plato principal del menú con el que agasajó a sus invitados. Además hubo regalos para todos, que estaban perfectamente empaquetados y colocados al pie de un espectacular árbol de Navidad. Además del clan Thyssen Cuesta, la baronesa invitó a Manolo Segura, el padre biológico de Borja, y su mujer, Paz.

Siete años después, por fin, se pone punto final a una guerra familiar que en ocasiones fue unilateral. En su día Tita Cervera no quiso aceptar la boda de su hijo con Blanca Cuesta y desde entonces los desencuentros afectivos y legales fueron el pan de cada día. Incluso a Tita llegó a extorsionarla un delincuente con unos vídeos falsos de su nuera e hicieron circular unas fotos aparentemente trucadas de la joven. Nada era verdad y en vez de que estas maledicencias desunieran al matrimonio, el efecto fue todo lo contrario. Borja y Blanca eran cada vez más felices y si Tita, a la que en varias ocasiones su hijo tendió la mano, no quería entrar en esa estructura peor para ella. Manolo Segura, el padre biológico, hizo todo lo posible por acercar posturas, pero tampoco fue posible y llegó a comentar “con el tiempo las cosas se arreglarán. Ahora (refiriéndose a aquellos momentos delicados) es imposible”. También Antonio Salcedo, uno de los mejores amigos de Tita, que considera a Borja como de su familia, intentó convencer a la baronesa de que era absurdo mantener esa lucha.

Y, por fin, después de siete años los problemas se solucionaron. Carmen Cervera retiró la demanda por revelación de secretos dos días antes de la citación judicial en el juzgado de Alcobendas y acordó la devolución de los cuadros que, según Borja, su padre adoptivo, el barón Thyssen, le había regalado. El matrimonio, como gesto de buena voluntad, acudió a la presentación del libro de memorias del barón –que en realidad son los recuerdos de Carmen– donde sellaron públicamente el reencuentro.

Durante los últimos siete años la baronesa Thyssen ha celebrado las Navidades sin la presencia de su hijo Borja y, por extensión, de Blanca y sus nietos. Pero esta vez todo ha cambiado y por fin los desencuentros maternofiliales quedaron aparcados para volver a reencontrarse una vez superados los malos rollos que existían entre las dos partes. Sus diferencias se terminaron hace unos meses. Desde entonces, la abuela puede disfrutar por fin de sus tres nietos Sacha, Eric y Enzo, además de poder conocer el pasado 30 de noviembre a Kala a las pocas horas de su nacimiento.

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