Jorge Javier: "Voy a votar a Pedro Sánchez"

Entre semana tiene poco tiempo libre y sus almuerzos profesionales deben empezar a la 13:30 horas como muy tarde y terminar antes de las 16:00. Durante el fin de semana es distinto, aunque es poco probable que eso ocurra porque su tiempo de ocio lo comparte con muy poca gente: su pareja, sus perros y amigos como Mila Ximénez, con la que mantiene una relación bastante estrecha, incluso pasan vacaciones juntos. A estas alturas dice que le da igual lo que opinen de él. Las críticas le afectan lo justo y con ironía comenta que “nunca se ha hablado tanto del Premio Ondas como cuando me lo dieron a mí”.

Desde pequeño su ilusión era ser actor y cantar. Esta vocación frustrada ya no lo es. Creó su escuela de canto, ha sido productor de la obra Miguel de Molina al desnudo y se prepara para ejercer de primera figura en una obra basada en su libro La vida va en serio. Presentará la nueva edición de Supervivientes. No es votante de Podemos porque le gusta Pedro Sánchez, candidato del PSOE. “Mi voto es para él”. Jorge Javier Vázquez se ha confesado con la peña periódistica Cuarto Poder en un almuerzo distendido en Casa Lucio.

Pregunta: ¿Cuál es su futuro inmediato?

Respuesta: He firmado con Telecinco hasta agosto de 2017 y en ese aspecto no hay cambios. El 4 de septiembre estreno en Málaga la obra Iba en serio, escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio. No interfiere con la televisión porque lo haré los domingos y lunes, que por contrato tengo libre. Por ahora no puedo decir quiénes serán mis compañeros de teatro, pero confirmo que no son ni Paz Padilla ni Terelu.

R: Yo soy muy mal empresario. Me gusta el teatro y por eso invierto en esto que para mí es un compromiso. Me da muchas más satisfacciones que por ahora dinero. A mis 44 años no quiero que me inmovilice el miedo.

P: Lleva muchos años con Belén Esteban y la conoce muy bien ¿Qué va a pasar cuando salga de la casa de Gran Hermano?

R: Creo que va a sufrir y que se van a tambalear los cimientos de la vida que tenía montada. Pero también confío en la capacidad que tiene para recuperarse. Su paso por la casa va a ser positivo. De todas formas, hay momentos en que no la reconozco. También diré que desde que se ha marchado Hormigos está más tranquila, incluso divertida.

P: ¿Ha cambiado mucho?

R: Yo la conozco desde hace muchos años, desde que trabajábamos juntos con Ana Rosa en Antena 3. Yo la he visto muy mal, y era muy complicado salir del rollo en el que estaba metida. Por el cariño que la tengo la disculpo muchas veces.

P: ¿Su dedicación al teatro y a la escuela de canto tiene que ver con una autolimpieza de imagen?

R: Mi imagen es la que es, para bien y para mal. No tengo necesidad de estar justificándome ni pidiendo perdón. Esto da mucha tranquilidad. Al que le gusto le voy a gustar siempre y al que no, da igual lo que haga. En realidad Sálvame es un kindergarten.

P: ¿Tiene intención de adoptar un hijo, contar con un vientre subrogado o ejercer de familia de acogida?

R: Miguel no quiere y yo no me veo con esa responsabilidad en los dos primeros casos y lo pasaría muy mal en el otro supuesto. No es comparable, pero mi novio y yo decidimos ser familia de acogida de perros abandonados. Ahora tenemos tres galgos y uno de ellos, Nena, ya tiene casa y se va a Bélgica y lo llevo muy mal. No me imagino lo que sucedería con un niño, me moriría de pena.

P: Ha declarado públicamente que le gusta Pedro Sánchez…

R: Sí, me encanta y además lo voy a votar. Me parece que lo está haciendo muy bien. Si me lo pidiera haría campaña. Me gusta porque no desprecia a cierto tipo de personas como soy yo. Hasta ahora parecía que la gente que ve Sálvame no vota

P: ¿Para un chico de Badalona qué significa que la gente espere cuatro horas para que le firme su libro o vivir en una urbanización elitista como es La Florida?

R: Nunca pensé en llegar a donde he llegado. Me considero un privilegiado, pero tampoco me han regalado nada. Yo llegué a Madrid con 200.000 pesetas (1.200 euros) que me dio Mariano Nadal y dije… pues hasta que dure. Y aún sigo aquí.

P: ¿Cuál ha sido su peor y mejor momento laboral?

R: El peor coincidió en un momento en el que estuve a punto de dejar la tele porque me encontré con 44 años, un ritmo de trabajo tremendo y muy quemado. Y el mejor cuando me dieron el Ondas. Y quiero decir que no se ha hablado tanto de ese premio como conmigo. Tuve también una época cuando hacia Aquí hay tomate que me daba miedo salir a la calle. Porque, como en todo, había gente a la que le gustaba y otra que me odiaba. En cambio, con mi libro se formaban colas de tres y cuatro horas con personas que querían que les firmara el libro.