Ana Botella, Carmen Cafranga, Concha Tallada… el club de las irlandesas

A estas alturas, ya nadie duda que el archifamoso colegio madrileño de El Pilar fue una eficiente incubadora del poder. Que José María Aznar y Juan Villalonga compartieran pupitre y pasillo dio sus frutos (políticos). También que lo hicieran Rubalcaba y Jaime Lissavetzky. No en vano de este centro religioso situado en el centro de Madrid han salido ministros, amén del predecesor de Pedro Sánchez antes nombrado, como Calvo Sotelo, Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, Javier Solana y José Ignacio Wert. Incluso, la revista escolar Soy Pilarista ya forjó a destacados periodistas, como Juan Luis Cebrián o Luis María Anson. Pero si los chicos iban a este colegio situado en la calle Castelló, las niñas lo hacían al Colegio Bienaventurada Virgen María, conocido popularmente como Madres Irlandesas.

Se trata de una institución fundada en 1609 por una aguerrida monja inglesa católica, Mary Ward, que fue encarcelada y que murió sin ver cómo su congregación obtenía el visto bueno del Vaticano (seguía el patrón de la compañía de Jesús con obediencia directa al Papa sin pasar por las jerarquías obispales). La congregación arrancó a final del siglo XIX en España con un centro en Sevilla, en Vizcaya fue germen del colegio de Lejona y empezó en Madrid en la calle Velázquez, una sede que se trasladó hace unos años al Soto de la Moraleja para poder ganar en instalaciones deportivas los metros que eran imposibles en el centro de la ciudad. Pero, ¿qué niñas ahora damas ilustres jugaban por sus elitistas pasillos?

Políticas y esposas

Empecemos por la alcaldesa (saliente) Ana Botella (1954), cuyo marido casualmente estuvo en El Pilar. La edil popular cursó primaria y secundaria en este centro, donde las monjas le dieron formación para convertirse en esposas modélicas y cristianas, lo que incluía clases de costura, misa diaria y habilidades sociales a la hora de mantener una buena conversación o cosas peregrinas como aprender a sentarse con la espalda bien recta y las piernas bien cerradas. La mujer del expresidente del Gobierno compartió el pichi azul marino y la camisa blanca de las madres irlandesas con María José González del Valle (1952), que fue presidenta del PP de Plasencia y diputada por Cáceres de esta formación hasta 2002.

Ana y María José además de compartir militancia popular también estudiaron juntas en la Universidad Complutense de Madrid. Otra amiga del colegio es Concha Tallada (1954), exmujer de Juan Villalonga (la amistad de Aznar con el expresidente de Telefónica pasó su peor momento cuando su compañero del Pilar se divorció de la amiga de su mujer tras conocer a la mexicana Adriana Abascal. Tiranteces que nunca han afectado a la buena relación entre los vástagos de ambas familias).

Más compañeras de pichi: María Luisa Basa (1952), que es actualmente la vicepresidenta de la madrileña Fundación Pardo Valcárcel. Esta entidad histórica de la capital (heredera de la Asociación niño Jesús del Remedio), atiende a personas con discapacidad intelectual y física y está presidida por otra alumna ilustre de las irlandesas: Carmen Cafranga. Esta madrileña es hija del militar Julio Cafranga, mujer del escritorJuan Martorell y sobrina nietadel ministro de Agricultura franquistaRafael Cavestany. Carmen, además, es expresidenta de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad Caja Madrid, que saltó a titulares por las llamadas tarjetas ‘black’. En su día, la alcaldesa de Madrid amadrinó su carrera en la entidad que fue de Rodrigo Rato.

Sus tres ‘meeting points’

¿Dónde se reúne el clan de las irlandesas? Hay tres localizaciones donde es imposible no encontrar a estas íntimas de pupitre. Uno está en el madrileño barrio de El Viso. Allí está la casa de Subastas Segre, fundada por Lourdes Cavero, la mujer del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González y exvicepresidenta de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), que como su amiga Carmen Cafranga también tuvo su año horribilis en 2014, cuando se la relacionó con un caso de blanqueo de capitales y la compra de un ático en Marbella. Como socias de Subastas Segre están las irlandesas Ana Botella, Concha Tallada, María Luisa Basa y Carmen Cafranga, que ejerce de consejera delegada.

Otro meeting point es la peluquería Peque, un establecimiento con aire de joyería, situado en la Avenida Islas Filipinas 18 (a la que por cierto no acude Cafranga). Y la cuadratura del círculo, con permiso de esos veraneos comunes en Marbella, la cierran los 20.000 metros cuadrados de la Quinta La Muñoza, ubicada en el parque de la Cuenca Alta del Manzanares. Allí, a un pasito de los montes de El Pardo no solo Concha Tallada celebró su 50 cumpleaños, el resto de las irlandesas hacen lo propio. Y casan, bautizan y soplan las velas de sus congéneres e íntimos. Esta propiedad pertenece a la Fundación Pardo Valcárcel, a Cafranga. Otra cosa es que el que fue el que fue el hogar de la Reina María Cristina Borbón-Dos Sicilias, esposa de Fernando VII, tuviera problemas con su licencia para celebrar eventos. Y que la propia Comunidad de Madrid se personase en la causa del lado de la Quinta. Pero solo son coincidencias.

Por cierto, Isabel Preysler (1951) también estuvo en el colegio de las Madres Irlandesas. Allí empezó sus estudios de secretariado. Su boda con Julio Iglesias la salvó de entrar en este elitista club. Isabel tenía para sí misma otros planes.