Julián Contreras, al borde del desahucio por una deuda de 27.500 euros

Julián Contreras padre y Julián Contreras hijo están pasando por una complicada situación económica, con amenaza de desahucio incluida. Tras un año de impago del alquiler y una hora antes del lanzamiento judicial de su casa, lograron reunir los27.474,87 euros que debíaningresar para frenar el desahucio de su vivienda.

El origen de su situaciónprocedede una aventura empresarial de padre e hijo, el restaurante Pura Gulaque decidieron montar en verano de 2013. Al no disponer de financiación, los Contreras decidieron tirar de patrimonio e invertir 200.000 euros en este proyecto que terminó siendo una víctima más de la crisis económica y que tuvo que echar el cierre el pasado mes de diciembre. "Nos lanzamos y nos salió mal", declaran a la revista Semana. Al quedarse sin ingresos, no han podido satisfacer los 1.500 euros que pagan mensualmente de alquiler por sus dos apartamentos situados en la zona norte de Madrid.Uno para cada uno.

Para no preocupar a su padre y confiando en que su negocio remontaría, Junior ocultó la ruina de su negocioy maquilló las cuentas hasta el último momento, algo que su padre no se perdona: "¿Qué he hecho yo?¿Cómo no me he dado cuenta antes?", se lamenta. Este último palo, sumado a la tremenda depresión que atravesó su hijo hace unos meses, haprovocado que Julián Contreras haya empezado a tomar pastillas para la ansiedad, pues cree que es muy injusto todo lo que le está ocurriendo.

Padre e hijo reconocen también a la publicación queno han intentado siquiera hablar con Francisco y Cayetano Rivera para pedirles ayuda. ¿El motivo?Cuando Julián hijo les explicó la depresión por la que estaba pasando, no lo entendieron. No existe conflicto entre los tres hijos de Carmina Ordóñez, simplemente una "falta de entendimiento".Según Julián padre, los hermanos de su hijo piensan: "¿Que os ha ido mal? Pues arregláoslas como podáis, como yo me las arreglo delante de un toro". Además, recuerda a su difunta mujer y asegura que "si ella estuviera aquí, muchas de estas cosas no hubieran pasado". Su hijo, por su parte, afirma que si Cayetano y Francisco le tendieran la mano, aceptaría su ayuda sin dudar: "No soy orgullosoni desagradecido".

Tras este susto que les ha provocado llegar al borde del desahucio, padre e hijo han decidido conservar los dos apartamentos ycontinuar viviendo por separado, yaque "Julián ya es un hombre, tiene sus amigas, y confiamos en que esto lo superaremos".