Luis Miguel Rodríguez, ex de Bordiú, firma su divorcio: "Llevo los papeles en el bolsillo"

Hasta la fecha, Luis Miguel Rodríguez, ex pareja de Carmen Martínez Bordiú, no estaba legalmente divorciado de la que ha sido su esposa más de tres décadas. “Nos conocimos a los 15 años”, dice él mismo en conversación con Vanitatis. Él y su mujer, María Asunción Fernández, compartían negocio al margen de un matrimonio roto y no habían legalizado su situación marital. Sin embargo, este miércoles 18 de marzo firmaron definitivamente los papeles de divorcio.

“Por fin estoy soltero, llevo en el bolsillo la sentencia”, confiesa el empresario a Vanitatis. “Ha sido de mutuo acuerdo y Asunción se ha portado de maravilla. Es una mujer estupenda, buena y generosa”, añade.

Podríamos estar hablando de uno de los divorcios más caros que se recuerdan en la capital, pero no. No ha habido contencioso alguno y la empresa millonaria que poseen conjuntamente, desguaces La Torre, los más grandes de Europa en su sector, seguirá funcionando como hasta la fecha. “Las cosas siguen igual. Yo tengo la mayoría del accionariado [50,15%] y hemos acordado que seguiré administrándolo. Fundamos este negocio juntos y el futuro lo labraremos juntos”, asegura Luis Miguel a este medio.

“No quiero volvera casarme”

“Tengo la suerte de tener una familia estupenda. Esta mañana he hablado con mis hijas y este fin de semana nos iremos a comer”, ha dicho al respecto de la nueva situación familiar. Las hijas de Luis Miguel Rodríguez solo se enfadaron ante unas declaraciones de Carmen Martínez Bordiú en la revista ¡Hola!, en las que esta acusaba al empresario de no ser fiel. La relación con Carmen sigue siendo estupenda. De hecho, cenan juntos habitualmente.

Luis Miguel Rodríguez es un hombre generoso, que sigue pagando la casa de Velázquez que ocupa la nieta de Franco y le cede el chófer para sus desplazamientos. “Carmen y yo nos entendemos bien, pero no tengo intención de volverme a casar. Soy un hombre con espíritu de soltero y no quiero hacer daño a nadie”, concluye el empresario.