Lina Morgan, cumpleaños en soledad y sin celebraciones

“¿Cómo le voy a poner una tarta, si no la puede comer? ¿Para qué abrir champán, si no lo puede beber?”, esas son las preguntas que hace la mano derecha de Lina Morgan al otro lado del teléfono.Desde hace dos años, la vida de Morgan está rodeada de una soledad voluntaria. Una de las actrices cómicas más querida de nuestro país, que cumple hoy 78 años, vio cómo una enfermedad crónica, que nunca ha sido desvelada por su gente de confianza, la obligaba a permanecer un año en el hospital Beata María Ana. Varias veces se temió por la vida de la ‘tonta del bote’. Pero la fortaleza ayudó a Lina a salir adelante y, gracias al constante apoyo de Daniel Pontes, su chófer, a finales de 2014 pudo volver a la casa que tiene en el madrileño barrio de Niño Jesús.

Rodeada por las personas que la cuidan y con toda su confianza depositada en Pontes, a quien Lina hizo un poder para que gestionara sus asuntos, la actriz ha declinado recibir visitas de sus grandes amigos, a los que no quiere ver desde que la enfermedad llegó a su vida.

Por eso hoy, el día de su cumpleaños, no va a hacenninguna excepción ni habrá novedadesen su rutina. Así lo confirma en conversación telefónica Daniel Pontes, quien habla con Vanitatis. “No va a hacer nada, ella es una enferma crónica”, explica. Bastante violento, dice que “no espera visitas”.Eso sí, Lina está en contacto telefónico y por mensaje con sus grandes amigos.

Al principio de su enfermedad, muchos no entendieron la decisión de Lina de no recibir visitas. Fueron algunos los amigos que se acercaron al hospital para mostrarle su apoyo, sin conseguir verla, tal y como explicó Ana Obregón.Pero Pontes se escudó en que su jefa, que ya es su familia, le había pedido que actuara así.

Lina Morgan no trabaja desde que en el año 2012 tuviera un pequeño papel en la tv-movieReyes y Estrellas, donde hacía de paje. Un año después, la muerte de su hermana mayor la sumió en una profunda depresión. Estaban muy unidas y le costó mucho superar su pérdida.

Sin embargo, la falta de trabajo no es un problema para la actriz, pues atesoraun importante patrimonio económico. Según se ha comentado, con la venta del Teatro La Latina en el año 2010 Lina se embolsó varios millones de euros. Por cada capítulo de Hostal Royal Manzanares cobraba 24 millones de pesetas, unos 144.000 euros. A eso hay que sumar su piso de 290 metros y su patrimonio en joyas. Tras once años trabajando sin descanso, la artista atesoró también un importante patrimonio en joyas, que le encantaban.

Ahora las cosas han cambiado y en este cumpleaños el aislamiento voluntario y la austeridad reinarán en la casa de quien mandaba en los hogares españolas cada vez que aparecía en Hostal Royal Manzanares.