Miriam Ungría tras la muerte de su marido: "La suerte de mi vida es haber estado con él"

Las vacaciones de Semana Santa hicieron posible que los familiares más directos estuvieran en Madrid cuando el sábado pasado Kardam de Bulgaria ingresaba en el Hospital Universitario de Sanchinarro de Madrid. Estos ingresos eran habituales dadas sus condiciones físicas y por la insuficiencia respiratorias que padecía. Los hijos Boris y Beltrán, que estudian fuera; los reyes Simeón y Margarita, y Kyril, que vive en Londres, aún no habían retomado su vida cotidiana y pudieron despedirse de Kardam cuando ya la ciencia médica no pudo hacer nada más por él.

Una casualidad o de nuevo el destino que hace y deshace, pero el caso es que el día de su muerte estuvo rodeado de las personas que más lo querían. “Todos juntos, unidos y con mucha paz”, contaba Kubrat, el hermano médico de Kardam que casado con Carla Royo Villanova y que sabía desde el momento en que sufrió el accidente de tráfico aquel 15 de agosto de 2008 que no había vuelta atrás, que la situación del primogénito de la saga Bulgaria era irreversible. Quizá fuera el único que sabía que en la medicina no existen los milagros.

La única que no llegó a tiempo fue Kalina, que vive en Rabat con su marido Kitín Muñoz y el niño, y no estuvieron localizados hasta tiempo después. Si estará presente en la liturgia religiosa y entierro de este miércoles. “El funeral se celebrará dentro de 40 días como marca la tradición ortodoxa”, explicaba su viuda, Miriam Ungría, quien tras la muerte de su marido ha vuelto a demostrar su valentía y fortaleza. Muy delgada y agotada, aunque con la sonrisa en los labios cuando recordaba situaciones y momentos felices de su vida con Kardam, del que no se ha separado desde que se casaron el 11 de julio de 1996 en la iglesia ortodoxa de Madrid. “Mi suerte en la vida es haber estado con él”, confesaba Miriam horas después en el tanatorio. Con esta frase resumía lo que habían sido sus 19 años de matrimonio. Recuerdos y más recuerdos que incluían estos últimos seis años y medio donde su prioridad absoluta era que su marido tuviera calidad de vida y que sus hijos no vivieran la desesperanza. (Vea aquí todas las fotos del velatorio de Kardam de Bulgaria).

Todos los amigos y conocidos que acudieron al tanatorio coincidían en destacar la personalidad valiente de la viuda y de los hijos que no se han separado de su madre. Como decía Alfredo Ungría, uno de los siete hermanos que han apoyado y arropado a la pequeña de la casa desde que sufrió el accidente: “Miriam ha sido y es el gran ejemplo para todos nosotros”.

A última hora de la mañana de este miércoles se celebra una liturgia en el tanatorio de San Isidro y después el entierro en el cementerio.