"Hola, soy Eugenia Martínez de Irujo y vengo a que Antonio Banderas me firme un capote"

Antonio Banderas es un fijo de la Semana Santa malagueña. Todos los años reserva una habitación en el Hotel Larios para seguir desde allí las procesiones con su familia y amigos. Hasta su divorcio, compartía su pasión cofrade con la que es hoy día su exmujer, la actriz Melanie Griffith, pero esta vez ha acudido a Málaga acompañado de su novia, Nicole Kimpel, que se encuentra ya muy integrada en su círculo más íntimo.

Pero Nicole no fue la única invitada sorpresa al balcón de Banderas. Allí también pudimos ver a Eugenia Martínez de Irujo, hija de la fallecida Cayetana de Alba. ¿Invitada? El Viernes Santo, sí, pero dos días antes también estuvo en el hotel y nadie la esperaba.

Allí me planté y en tu fiesta…

Era Miércoles Santo y la duquesa de Montoro, que estaba pasando esos días en Málaga, se presentó en el Hotel Larios para ver al actor malagueño. “Hola, soy Eugenia Martínez de Irujo y vengo a que Antonio Banderas me firme un capote”. Así, de esta manera, se presentaba la duquesa de Montoro al personal encargado de controlar los accesos a la planta de uso exclusivo para Antonio Banderas y compañía durante todos esos días. Una vez vio luz verde, la pequeña del clan Alba se incorporó a la fiesta. Banderas, que la recibió amablemente, recibió el capote y la invitó a unirse a sus familiares y amigos para disfrutar de las procesiones desde uno de los balcones más privilegiados de Málaga.

Además, el anfitrión la invitó también a que acudiera otro día. Así, el Viernes Santo, Eugenia y algunas amigas volvieron a ser invitadas por Banderas a unirse a su círculo más íntimo, en el que se encontraba Sandra García Sanjuán, fundadora de la gala Starlite. A todos ellos se les pudo ver en el famoso balcón disfrutando de los tronos de Semana Santa.

Doña Cayetana y el Mocito Feliz

Fue mientras discurría una procesión cuando surgió una anécdota curiosa. En un momento dado, Antonio Banderas divisó desde el balcón al Mocito Feliz, que ejercía de aguador de una de las cofradías. El actor hizo entonces un comentario sobre la omnipresencia del personaje, a lo que Eugenia destacó la admiración que tenía por él. La duquesita comentó que su madre también le tenía una gran estima y que cada vez que le veía le daba 20 euros y que por eso él había declarado en alguna ocasión que la duquesa era “su preferida”.

Otro de los momentos de la tarde noche lo protagonizó la cantante malagueña Diana Navarro, amiga del actor, que suele dedicar una saeta a su invitado más especial. Si en 2014, la artista le dedicó su saeta al ex primer ministro británico Tony Blair, que también tuvo el placer de conocer la Semana Santa de la mano del actor malagueño, en esta ocasión quiso dedicársela a la propia Eugenia Martínez de Irujo.