Rodrigo Rato, Miguel Blesa, Mario Conde... ser mujer de banquero es una profesión de riesgo
Los presidentes de entidades bancarias se han convertido en personajes sospechosos cuya honorabilidad está en duda
“Mamá, me caso con un banquero”. Esta declaración hecha por una jovencita de vida decente podría encantar a la mayoría de progenitores;sin embargo, quienes manejan las cuentas corrientes de ciudadanos aún más corrientes se han convertido en personas non gratas en los hogares de la clase media española. Lo que antes podría ser un ‘braguetazo’ convierte ahora a la 'mujer de'en objetivo de la prensa, esposa de alguien que causa recelos y sufridora. Vanitatis repasa la (amarga) vida de algunas de las mujeres que terminaron casadascon banqueros.
Gela Alarcó, ex de Rato
Gela Alarcó observa desde su casa de El Viso cómo los problemas se le acumulan a su ex, Rodrigo Rato. Madre de sus dos hijos, a sus 57 años ha logrado mantener la total discreción mientras su exmarido y su novia, Alicia González Vicente, aparecen en los titulares de prensa,sobre todo él.
Gela y Rato se conocieron en Gijón cuando rondaban la veintena. Ambos veraneaban en la localidad asturiana. Pronto vino la boda y la familia: tres hijos, dos de los cualesya son mayores de edad.
Tras dos décadas juntos, la separación llegó a la casa de los Rato en 2002. Fue en la boda de Ana Aznar y Alejandro Agag donde se confirmó la ruptura: la pareja apareció por separado.
Aunque Gela ha asegurado en una entrevista con Vanity Fair que se llevan bien porque son familia, al principio su relación no fue tan cordial, en parte por la presencia de Alicia González Vicente en la vida de Rato.
La nueva novia del expresidente del FMI está viviendo los problemas de salir con un banquero en sus propias carnes. Tras el registro de la casa que comparten, los insultos a través de Twitter lehan hecho romper su discreción para defenderle.
María José Portela y Blesa
Quienes no han encontrado el equilibrio tras separarse han sido María José Portela y Miguel Blesa. La ex del otrora presidente de Bankia vive en un piso de Padre Damián junto a una señora de servicio. Pese a que se separó en buenos términos de su ex, los problemas llegaron con el reparto del patrimonio.
La pareja, que se había casado en régimen de gananciales, no se ponía de acuerdo con qué se quedaría cada uno. Por ese motivo, ahora mantienen una relación fría. Una de las últimas veces que coincidieron fue en la boda de la hija que tienen en común.
Anne Sinclair y Strauss-Kahn
La exmujer de Dominique Strauss-Kahn, de 66 años, terminó con 21 años de matrimonio después de que el expresidente del FMI fuera acusado de violación por una chica de la limpieza de un hotel de Nueva York. Antes de eso, Sinclair y Strauss-Kahn disfrutaron de años de vida a todo lujo. Ella era su tercera esposa y atesoraba una gran fortuna.
La pareja, que vivía a caballo entre sus casas de París, Georgetown y Marrakech, no pudo soportar las sospechas en torno al exbanquero ni tampoco los constantes escarceos de Strauss-Kahn. En 2012 los dos rehicieron su vida con otras personas.
Elena Arnedo y Miguel Boyer
Él no presidía ningún banco, pero sí era ministro de Economía. El ministro estrella de Felipe González estaba casado desde 1964 con Elena Arnedo, madre de sus hijos mayores. Todo era felicidad hasta que una guapísima y cotizadísima Isabel Preysler se cruzó en su camino.
No terminaron bien cuando se separaron en 1985, pero pronto los dos volvieron a contraer matrimonio con otras personas.
Carmen Posadas y Mariano Rubio
La escritora y el gobernador del Banco de España contrajeron matrimonio en 1988 tras dos años de noviazgo. Rubio seguía así la estela de Boyer y se convertía en un personaje de la crónica social.
Posadas tuvo que ver cómo su marido, en 1996, ingresaba en prisión por el caso Ibercorp.Aunque salió tras pagar la correspondiente fianza, dos años después falleció víctima de un cáncer de colon.
Lourdes Arroyo y Mario Conde
“¿Qué significa ser ricos?” “Ricos es no tener que preguntar si puedes hacer algo, es hacerlo”. Esta es la conversación que Mario Conde mantuvo con su esposa, Lourdes Arroyo, cuando le comunicó los millones de pesetas que se habían embolsado tras la venta de la farmacéutica de Abelló.
La pareja vivió las mieles de la fortuna hasta que al expresidente de Banesto le condenaron a 20 años de cárcel. Ingresó en prisión en el año 2002. Cinco años después, en 2007, Lourdes murió a causa de un cáncer.Tenía 57 años y llevaba más de 30 casada con Conde.
“Mamá, me caso con un banquero”. Esta declaración hecha por una jovencita de vida decente podría encantar a la mayoría de progenitores;sin embargo, quienes manejan las cuentas corrientes de ciudadanos aún más corrientes se han convertido en personas non gratas en los hogares de la clase media española. Lo que antes podría ser un ‘braguetazo’ convierte ahora a la 'mujer de'en objetivo de la prensa, esposa de alguien que causa recelos y sufridora. Vanitatis repasa la (amarga) vida de algunas de las mujeres que terminaron casadascon banqueros.