La hoja de ruta de Isabel Pantoja
La tonadillera tiene solo cuatro días para disfrutar de los suyos y para solucionar algunos trámites legales y administrativos pendientes. No hay prevista ninguna fiesta para celebrar su salida temporal
A la una y media de la tarde y ante una multitud de medios de comunicación y un grupo de fans y curiosos salía Isabel Pantoja de la prisión de Alcalá de Guadaíra (Sevilla),donde cumple condena de dos años por blanqueo de capitales. Cuatro días tiene por delante para disfrutar de los suyos y para realizar algunas gestiones.
En Cantora no habrá fiesta como se ha dicho porque, como aseguran a Vanitatis desde su entorno, “ella no tiene el ánimo para jolgorios. Quiere estar con su madre, con los nietos, con su hijo Kiko -Chabelita está en Honduras-, dormir y seguramente pasear por el campo y montar a caballo. Solo tiene cuatro días, que quiere aprovecharlos al máximo. En casa le han preparado los platos que más le gustan, como el gazpacho, la tortilla de patata, croquetas y zumos naturales”.
Isabel también tiene que supervisar asuntos legales pendientes, como son las demandas que interpuso tanto antes de su ingreso como durante su estancia en prisión, liquidar los pagos con la Agencia Tributaria o la responsabilidad civil, entre otros temas.Uno de los asuntos que más prisa le corre es la venta de la casa de La Moraleja, que prácticamente está cerrada a un precio inferior a los tres millones que ofertó en su día.
Igual que sucedió durante el juicio y su entrada en prisión, este permiso se ha convertido en un momento de interés general dentro del mundo del colorín en el que se ha movido siempre la cantante. Y más desde que se convirtió en un "elemento ejemplarizante" con su condena de dos años, como lo explicaban en su día sus abogados, tanto desde el despacho de Cyntia Ruiz, que se encarga de los asuntos relacionados con las reclamaciones por Derecho al Honor, como los letrados penales Graciela Otondo y José Angel Galán. Ahora Pantoja tiene nuevo letrado, que va a ser quien marque esta nueva hoja de ruta que tiene que ver con un cambio de imagen y mejorar su trato con la prensa.
Aunque se esperaba que Isabel Pantoja imitara la salida de Ortega Cano, no ha sido asi. La puesta en escena ha sido más gráfica que real. Vestida con una blusa roja, su color preferido, pantalones blancos y sin gafas, con la cara al descubierto. En este sentido ha llamado la atención que no luciera sus habituales lentes solares, consustanciales a las folclóricas. Este gesto ya ha originado interpretaciones para todos los gustos. Quizá la justificación más real tenga que ver con 'aquí estoy y no me escondo'.
Isabel Pantoja ha salido con ese permiso de cuatro días que le ha concedido Instituciones penitenciarias. No ha habido trato de favor y ha cumplido con todos los requisitos. Su hermano Agustín llegaba en un coche rojo, como el tono de la blusa, que dicen que es el color del triunfo. Es una de las pocas personas en las que confía de su entorno familiar y al que dio plenos poderes mientras permaneciera recluida. Además de hermano es su tutor, una figura jurídica necesaria para estos permisos.
Una hora y media de viaje hay entre Alcalá de Guadaíra y Cantora. En casa ya se encuentra con su madre, doña Ana Pantoja, su hijo Kiko, sus íntimas del club de fans, su amigo médico y los dos nietos, Francisco y Alberto, que son su verdadera felicidad. Aun está por ver si el jueves hablará en directo con su hija Chabelita.
A la una y media de la tarde y ante una multitud de medios de comunicación y un grupo de fans y curiosos salía Isabel Pantoja de la prisión de Alcalá de Guadaíra (Sevilla),donde cumple condena de dos años por blanqueo de capitales. Cuatro días tiene por delante para disfrutar de los suyos y para realizar algunas gestiones.