¿Qué tienen en común la madre de Cristiano Ronaldo y Carmen Franco?

Esta semana, la madre de Cristiano Ronaldo, era retenida en el aeropuerto de Barajas por llevar 55.000 euros en el equipaje de mano, un exceso de efectivo que no pasó desapercibido para los agentes de seguridad, que le incautaron el dinero y le impusieron una multa. La anécdota ha recordado a una de las anécdotas más comentadas de la Transición, cuando a Carmen Franco le ocurrió exactamente lo mismo.

Sucedió en 1978, cuando la entonces joven hija de Franco intentó sacar 31 piezas de oro que la familia tenía almacenadas en Hermanos Bécquer. Según publicó El País en aquella época, entre esas piezas se encontraban monedas, medallas y variadas condecoraciones e insignias conseguidas por su padre. Los guardias de seguridad la detuvieron inmediatamente, diciéndole que no podía sacar tanto oro del país sin los permisos pertinentes. Ella, sin inmutarse, dejó el bolso en el aeropuerto y se subió al avión camino a Suiza.

En cuanto volvió a España, quiso dar una explicación más o menos oficial y dio una rueda de prensa en su propia casa de lo que había ocurrido: "Quiero dar una explicación de lo ocurrido porque no quiero que nadie piense que soy tonta al intentar evadir unas medallas que llevaba en el bolso y cuyo valor sentimental es superior al material. Lo que pretendía era hacer tasar las medallas por un relojero suizo para que me diera presupuesto de un reloj en el que fueran engarzadas estas y algunas monedas", aseguró.

Duras críticas en plena Transición

La entonces duquesa de Franco añadió más datos acerca de su 'despiste', asegurando que sólo quería que el relojero "viera las piezas y luego las traería otra vez a casa(...) La verdad es que no me conozco bien las leyes", añadió. Según ella, las joyas eran de su familia. "Todas ellas pasarán después a mis hijos para que tengan un recuerdo de su abuelo", aseguró. De poco le sirvieron las explicaciones, ya que algunos estamentos de la sociedad no le perdonaron el supuesto desliz.

El de los escritores y periodistas fue el más duro. Uno de los más feroces a la hora de analizar el incidente fue el escritor Paco Umbral, que en su columna hizo gala de su habitual ironía para poner en barbecho las argumentaciones de la llamada 'Hijísima'. "Yo no dudo ni por un momento que sea verdad lo del reloj. La versión que me costaba creerme era la otra: o sea, que se llevaba las medallas de oro (oro arañado en los yacimientos del pueblo español) para fundirlas y vendérselas a los dentistas suizos para forrrar muelas. Esta versión del reloj, de que se iba a hacer un reloj con las medalas, la marquesa duquesa como otro que ya tiene, me parece más sensata pero más patética. Quiere decirse que para esto hicimos una guerra civil: para que una señora se haga un reloj", escribió.

El caso es que el asunto quedó como un momento bastante simbólico de la Transición, cuando, en un pleno y radical cambio de rumbo, podía ocurrir de todo, incluso que la hija del Generalísimo saliese del país envuelta en oro.