Patricia Yurena: “No estoy de acuerdo con Trump, pero si me llamase haría las maletas"
"Cuando una persona tiene tanto poder como él no puede pecar con sus palabras. No se puede generalizar y discriminar así a un país", ha dicho la modelo sobre el magnate estadounidense
“Cuando México nos envía a su gente no nos está enviando a los mejores. Está enviando gente que tiene muchos problemas y los están trayendo ellos. Traen drogas, crimen. Son violadores”. Con esta frase el magnate estadounidense Donald Trump firmaba su sentencia de muerte con Televisa, la NBC, el multimillonario Carlos Slim y con otros muchos empresarios, que han visto en las declaraciones de Trump una actitud racista inadmisible.
Y es que al otro lado del Atlántico no se habla de otra cosa. Los comentarios del empresario han generado una ola de críticas contra su persona a la que se han unido personajes como Gloria Stefan o Ricky Martin.
Aquí en España la noticia no ha tenido el mismo calado, pero sí ha habido una persona que ha querido seguir al dedillo lo sucedido. Se trata de la Miss España Patricia Yurena, quien fue reclamada por el propio Trump para trabajar en su agencia: “A mí me ha impactado cuando he leído lo que ha dicho. Cuando una persona tiene tanto poder como él no puede pecar con sus palabras. No se puede generalizar y discriminar así a un país. Hay que tener más respeto y medir más las palabras por muy impulsivas que estas sean”.
Aún así, lo tiene claro cuando se le pregunta que si trabajaría con él si la llamara: "Bueno, al final Donald Trump es una sola persona y en su agencia trabajan muchas otras personas que no tienen por qué pensar como él. Yo no lo justifico y no estoy para nada de acuerdo, pero si me llaman hago las maletas y me voy. A mí lo que me interesa es trabajar".
La modelo, que tras coronarse la mujer más bella de España en 2013 representó a nuestro país en el certamen de Miss Universo, conoció en persona al magnate en la fiesta posterior al concurso que él mismo organiza. “La noche de la fiesta él se me acercó –rodeado de escoltas, por cierto– y me felicitó por haber quedado en segunda posición. Luego, tras darme la enhorabuena, me propuso trabajar con él en su agencia de Nueva York”, explica Patricia en conversación con Vanitatis.
Sin embargo, por entonces, la joven canaria tuvo que ver cómo se escapaba el que podía ser el tren de su vida. Durante el concurso, Patricia sufrió un brote psicosomático en la piel que empeoró una vez llegó a España y eso le impidió volar a Estados Unidos para trabajar con Trump. “Cuando llegué a España me volvieron a llamar pero yo seguía con el brote y al final la propuesta se quedó en el aire”, dice la joven.
De ese primer encuentro con el organizador de Miss Universo, Patricia pudo adivinar que trabajar con él podía ser una enorme oportunidad. Incluso ahora, dos años después, lo sigue pensando: “Trabajar en Nueva York es mi golosinita frustrada”. Aunque en España le llueven las ofertas, Patricia prefiere probar suerte al otro lado del charco.
Enamorada de Vanessa Klein
Dejando el trabajo a un lado, Patricia Yurena continúa su historia de amor con la cantante Vanessa Klein. Algunos medios habían publicado estos días que la tinerfeña y su novia atravesaban una crisis sentimental, pero Patricia ha querido desmentir esa información a Vanitatis: "No ha habido crisis. Nosotras nos apoyamos mucho la una en la otra y no hay nada de crisis. ¡Espero que no la haya nunca!".
Las dos mujeres están tan enamoradas que este fin de semana volverán a escaparse a Ibiza para pasar unos días de descanso y más adelante, "si cuadran las agendas", planean irse de vacaciones a Indonesia, un destino al que la pareja lleva mucho tiempo queriendo escaparse.
“Cuando México nos envía a su gente no nos está enviando a los mejores. Está enviando gente que tiene muchos problemas y los están trayendo ellos. Traen drogas, crimen. Son violadores”. Con esta frase el magnate estadounidense Donald Trump firmaba su sentencia de muerte con Televisa, la NBC, el multimillonario Carlos Slim y con otros muchos empresarios, que han visto en las declaraciones de Trump una actitud racista inadmisible.