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Malos tiempos (sobre todo en lo económico) para Escassi: “Quiero que se olviden de mí”
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no le va bien en los negocios

Malos tiempos (sobre todo en lo económico) para Escassi: “Quiero que se olviden de mí”

El jinete ha desaparecido por voluntad propia del foco mediático. Ahora se dedica en cuerpo y alma a la hípica. Las cosas no le han ido muy bien en el amor… y tampoco en los negocios

Foto: Álvaro Muñoz Escassi, en una imagen de archivo (Gtres)
Álvaro Muñoz Escassi, en una imagen de archivo (Gtres)

Cuando Álvaro Muñoz Escassi rompió su historia de amor con Sonia Ferrer las pasadas Navidades, el jinete ya llevaba algunos meses centrado en la competición hípica. La relación entre ambos hacía aguas desde hacía tiempo y él consideró que la mejor opción para darle un giro a su vida era volver a galopar. Había estado seis años alejado de las pistas porque se había centrado en otros menesteres y era el momento de volver.

El jinete volvía a subirse a lomos de su caballo el pasado mes de septiembre y para muchos su vuelta fue toda una sorpresa. No por su falta de valía como deportista, pues lo contrario ya había quedado demostrado en más de una ocasión, sino porque eran muchos los que habían contemplado su reconversión durante este tiempo en un chico de negocios con otras inquietudes muy diferentes.

Y es que las informaciones que llegan a este medio explican que el deportista no está atravesando su mejor momento. Vive centrado en la hípica y compagina las competiciones nacionales con la impartición de cursos en algunas yeguadas. De hecho, estos clinics, como se denomina a este tipo de cursos breves de tres o cuatro días, se han convertido en su principal fuente de ingresos. Por ejemplo, el último que impartió fue a principios de mes en Cantabria y por él podría haberse embolsado unos 3.000 euros por cinco días de trabajo, si contamos con que acudieron una media de 10 alumnos que pagaron los 300 euros que costaba la matrícula.

Problemas con sus empresas

Sus negocios no le han ido todo lo bien que esperaba. Según la información que se desprende de los informes de sus empresas consultados por Vanitatis, estas apenas tienen actividad actualmente y si no están clausuradas es porque aún no figuran como tal en el BORME. La mayoría no presentan sus cuentas ante el Registro Mercantil desde hace varios años y cuando lo hicieron ya se informaba de que sufrían algunas incidencias judiciales.

Tampoco su cadena de restaurantes madrileños funcionó. Apenas unos meses después de ponerlos en funcionamiento con la presencia de parte de la jet set madrileña, algunos de sus locales cerraban sus puertas tras no lograr los beneficios esperados.

placeholder Muñoz Escassi, en una imagen de archivo (Gtres)
Muñoz Escassi, en una imagen de archivo (Gtres)

Un joven de buena familia

Álvaro es el segundo de tres hermanos que nacieron en una de las familias más acomodadas de Sevilla. La boda de sus padres, Juan Luis Muñoz y Muñoz y Myriam Escassi y Ruiz Crespo, apareció en la sección de Ecos de Sociedad del periódico ABC de 1971 y contó con la presencia de gran parte de la aristocracia hispalense. De sus progenitores, Álvaro heredó esa afición por la hípica que años más tarde se convertiría en su profesión. La misma en la que actualmente está más volcado que nunca después de que su idilio con la televisión no tuviera un final feliz.

Pero si alguien ha demostrado que es capaz de resurgir de sus cenizas ese es Álvaro Muñoz Escassi. En 2010, cuando su carrera televisiva ya era su principal ocupación tras su participación en Supervivientes, se estrelló con el programa I love Escassi, un espacio de citas en el que buscaba pareja. Aquel espacio recibió muchas críticas que jamás llegaron a tumbar al jinete.

Este se repuso del varapalo y pronto se convirtió en concursante de Acorralados en 2011 y de Mira quién salta en 2013. De su participación en este último se llevó un cuestionado noviazgo con Sonia Ferrer que no terminó de convencer. Dos años después rompían y el deportista debía enfrentarse de nuevo a las especulaciones sobre su ruptura. Las mismas especulaciones que le han empujado al ostracismo en el que quiere, por voluntad propia, permanecer un largo tiempo.

Cuando Álvaro Muñoz Escassi rompió su historia de amor con Sonia Ferrer las pasadas Navidades, el jinete ya llevaba algunos meses centrado en la competición hípica. La relación entre ambos hacía aguas desde hacía tiempo y él consideró que la mejor opción para darle un giro a su vida era volver a galopar. Había estado seis años alejado de las pistas porque se había centrado en otros menesteres y era el momento de volver.

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