Coronado cumple 58 años en su mejor momento: rodando nuevo film y enamorado

“Solo puedo decir que me encuentro en una etapa de mi vida muy bonita”, decía hace unas semanas José Coronado cuando, lejos de esconderse ante el revuelo mediático, atendió amablemente a la prensa en un acto que tenía lugar solo un día después de que su idilio con Eugenia Martínez de Irujo se hiciera público a través de este medio.

No podía estar más seguro de sus palabras. Las tres cosas más importantes de la vida, como decía la canción, no le pueden ir mejor. Al margen de la salud, el trabajo y el amor le sonríen, por eso hay pocos deseos que este viernes, el día de su cumpleaños, pueda pedir a la hora de soplar las velas. “¡Yo ya soy un privilegiado de la vida!”, reconocía el actor en aquel citado encuentro con los medios.

En cualquier caso, tenga o no deseos que cumplir, José soplará con fuerza las velas de su 58 cumpleaños. Aunque la vida empezó a sonreírle antes de cumplir los 30, es probable que sea ahora, desde la perspectiva de la madurez, cuando pueda asegurar que es “completamente feliz”.

Si como actor ha conseguido convertirse en uno de los rostros españoles más cotizados del cine y la televisión, su reciente noviazgo con la hija de la duquesa de Alba le ha puesto la guinda al pastel. En estos momentos compagina el rodaje de su última película El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, con las continuas citas que mantiene con Eugenia y que tan propias son de los primeros meses de relación.

La pareja comenzó a salir en primavera y, a pesar de saberse perseguidos por sus respectivas facetas de personaje rosa, han decidido que ya no tienen por qué esconderse. Sobre todo José, quien siempre ha mantenido con la prensa una relación excelente y prefiere vivir con naturalidad todos y cada uno de los noviazgos que ha mantenido. Y que no han sido pocos.

"¿Por qué te han durado tan poco las parejas?", le preguntaban al actor en una entrevista hace unos meses. “No me han durado porque siempre he sido más un corredor de sprint que de fondo y a mí no me vale llegar a 9 y mantenerme. Siempre quiero más. Pero no me siento para nada orgulloso, ojalá me hubieran durado esas parejas porque está claro que cuando estás bien con alguien no hay felicidad más plena”, respondía él. Ahora esa felicidad tiene nombre propio: Eugenia.