Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, los anfitriones del polo en Sotogrande
Este fin de semana se celebró en la urbanización gaditana la final de su torneo de polo. Allí, el matrimonio tuvo un papel importante: Él entregó la copa y ella se encargaba de lo solidario
Sotogrande está dispuesto a enterrar este año su nada cariñoso apelativo de ‘Tostongrande’. Los mayores esfuerzos vienen del Santa María Polo Club, uno de los centros neurálgicos de esta elitista urbanización a orillas del gaditano río Guadiaro propiedad de la familia Mora-Figueroa Domecq, una de las grandes fortunas de Andalucía (la 5, según la lista Forbes).
Este fin de semana se ha celebrado la Copa Plata de la 44 edición del torneo de Polo de Sotogrande con un final feliz para el Dubai Team, que superó (14-8) al Lechuzas Caracas en la cancha central de Sotogrande para conquistar uno de los títulos más importantes de la temporada de Polo incluida esta temporada por primera vez dentro del calendario del World Championship Cup. La copa fue entregada por Luis Alfonso de Borbón, que acudió junto con sus tres retoños (los chicos calco de su padre, por cierto) y su mujer,Margarita Vargas.
El matrimonio mostró una estampa muy familiar y solidaria. Margarita puso la nota solidaria a la tarde, ya que recibía con sus hijos de la mano a los asistentes al evento hípico y les invitaba a colaborar con un donativo con el Centro de Hipoterapia de la Fundación Santa María Polo, que se dedica a trabajar el desarrollo psíquico, físico, sensorial, emocional y ocupacional de personas con discapacidad física o psíquica, o con necesidades especiales, mediante la realización de ejercicios y actividades con caballos que contribuyen y atiende a más de cien personas diariamente en el municipio de San Roque.
Relación conVíctor Vargas
Margarita Vargas, con pamela rosa, no dejaba de esbozar una sonrisa ante los asombrados asistentes. “Yo creo que más que animarles a donar, les asusto”, comentaba pizpireta. La única espinita para el matrimonio Borbón Vargas fue que su suegro, Víctor Vargas (también acudió su mujer María Beatriz), resultó finalista y no se pudo tomar la esperada foto entre suegro y yerno.
Otras caras conocidas de la tarde, en la que había más tacones de los que habitualmente se suelen ver en el polo, reducto de las chanclas de 100 euros, fueron Tita Astolfi y Teresa Baca. La modelo que también está siendo una habitual de las fiestas del Grey Goose After Polo, donde baja la media de edad y uno puede encontrarse a los cachorros de la jet, desde a Rosario Domecq con sus amigas de siempre y sin marido a Caritina Goyanes o María León. Así es Sotogrande. Y no vimos, aunque oímos que estaba, a Sara Ferguson ni al clan Segrelles (a Paloma el año pasado si la pudimos ver en varias finales con sus hijas Tiziana y Palomita).
El jinete y jugador de polo Álvaro Muñoz Escassi, que acudió con su hermano Gonzalo, también se dejó ver por las tiendas del club, como la de la marca Valecuatro, un clásico ya en la ropa para practicar este elitista deporte. Las gradas de los mortales (las de a pie de cancha. Y ojo, que la zona VIP también estaba a rebosar) disfrutaron con el buen hacer del argentino Adolfo Cambiaso, uno de los mejores jugadores del mundo, integrante del equipo dubaití, del que comentaban los asistentes ha traído en sus aviones privados la friolera de cien caballos para este torneo.
Entre lo eco y lo hipster
Al término de la copa, algunos optaron por cenar en restaurante pop up Hándicap 10, de Blanca Entrecanales, el miembro eco de la familia, (el espacio cuenta con la colaboración de Marta de La Rica, su hija, en la decoración). Aquí producto ecológico (que incluso sirven en cestas a los residentes en Sotogrande) procedente de Dehesa El Milagro, propiedad de la propia Blanca, y aceite con el sello de Casa de Alba, el proyecto gourmet liderado por Cayetano Martínez de Irujo.
Pero la mayoría de los comensales se dirigieron a la zona hipster, un área poblada de foodtrucks con estética vintage donde estaba el chef Jesús Almagro, HuMMMO, entre camiones de sushi, frituras andaluzas o comida mexicana, entre otros. Precios altos, tamaños reducidos, pero todo muy, muy chic.
Entre los puestos, también estaba el de zapatos de la hermana pequeña de Bimba Bosé, Jara. La DJ y modelo acudió radiante y simpatiquísima con su actual pareja, Charly Centa. Además de acompañar a su hermana, fue la encargada de poner (casi pongo el broche de oro) fin a la noche.
Por cierto, según empezó la actuación de Bimba se dio por extinguido el incendio forestal en la vecina finca de Guadalquitón, un complejo paradisiaco (y de titularidad pública) de humedales y alcornocales con vistas a la costa, que amenizó con su humareda e ir y venir de hidroaviones del Infoca el torneo de polo. Se decía entre gin tonic y gin tonic que el incendio era provocado. Una zona de inmenso valor ecológico que ya estuvo amenazada por el ladrillo (hace una década se dieran los primeros pasos para construir 2.800 viviendas, campos de golf y hoteles y todo se paró en 2012). Ahora se han quemado 50 hectáreas, pero eso ya es otra historia. O no.
Sotogrande está dispuesto a enterrar este año su nada cariñoso apelativo de ‘Tostongrande’. Los mayores esfuerzos vienen del Santa María Polo Club, uno de los centros neurálgicos de esta elitista urbanización a orillas del gaditano río Guadiaro propiedad de la familia Mora-Figueroa Domecq, una de las grandes fortunas de Andalucía (la 5, según la lista Forbes).
- La boda que reunirá de nuevo a la familia Franco al completo Paloma Barrientos
- Sotogrande: la insultante normalidad de lo extraordinario Ana Sánchez Juárez
- Margarita Vargas se 'reconcilia' con su padre, Víctor Vargas, en Sotogrande Marina Pina