Álvaro Vargas Llosa: “Isabel Preysler me parece una persona interesante y elegante”
El hijo mayor del escritor ha emitido un comunicado para dejar claras algunas informaciones que afectan a su familia. Dice que respeta la decisión de su padre y que este siempre ha sido honesto
Que en el clan de los Vargas Llosa existen dos bandos diferenciados no es ningún secreto. Cuando estalló el escándalo de que Mario mantenía una relación sentimental con Isabel Preysler e iba a separarse de Patricia Llosa, los tres hijos del matrimonio peruano se posicionaron a favor y en contra de la nueva ilusión del literato. Si Gonzalo y Morgana quisieron mostrar todo su apoyo a su madre Patricia y rompieron toda relación con el Nobel, Álvaro se ha mostrado más templado y ha optado por permanecer al lado de sus dos progenitores. No ha dudado en ofrecer apoyo a su madre, pero también ha defendido a su padre de todos aquellos que le acusaron de haber de haber traicionado a su familia.
Por eso, para que quede clara su postura, el hijo mayor de Vargas Llosa ha emitido un comunicado, que ha sido difundido por su esposa Susana Abad, en el que deja claro su postura pacificadora. Cree que las declaraciones que ofreció a Telecinco esta semana se han malinterpretado y por eso quiere aprovechar para matizar todo aquello que pueda amenazar al imagen de su familia.
Me he sentido obligado a conceder, después de mucho tiempo, una entrevista a Mediaset en España en relación con mis padres por la abundante información periodística que hace referencia a mi familia y que, al referirse a mí, por lo general no refleja bien mi manera de pensar.La entrevista que se ha divulgado por televisión es un resumen incompleto de lo que he dicho. Comparto con ustedes el tenor de todo lo que dije para que tengan una idea más cabal de lo que pienso. No incluyo las preguntas del entrevistador, solo mis respuestas, que transcribo de memoria y se aproximan lo más posible a lo que dije:
Mi familia pasa, como tantas en el mundo, por un proceso difícil pero superable. Mi familia tiene el temple y el temperamento necesarios para afrontar esta situación con serenidad, ánimo y buen humor.
Mi madre, una gran persona, está muy bien, con muchos planes, amigos y familia. Mi padre está bien también y trabajando mucho: ha terminado su novela 'Cinco esquinas', ha empezado otra, ha escrito un prólogo para la edición de su obra en la Pléiade y otros textos más y tiene numerosos compromisos culturales, académicos y políticos en las semanas y meses que vienen (¡Más de los que le gustaría!)
Sí, mantengo un contacto permanente tanto con mi padre como con mi padre. Ella va a venir a pasar unos días conmigo a Washington. La veo bastante bien. A él lo veré en Nueva York, donde pasará unas semanas y tenemos algunos actos donde estaremos juntos.
Sí, yo me enteré de lo que sucedía por mi hermano Gonzalo., porque mi padre con quien primero habló fue con él en vista de que ambos estaban en Europa, mientras yo estaba en Estados Unidos y mi hermana en Lima. Luego mi padre habló conmigo, me lo explicó y le dije que respetaba mucho su decisión. Él fue, como es siempre, muy honesto con nosotros.
Los hijos no eligen las parejas de sus padres, del mismo modo que los padres no eligen las parejas de sus hijos. Lo que hacen es tener consideración por sus decisiones y desearles suerte. Eso es lo civilizado y justo.
Mis padres han sido siempre muy deferentes con las parejas de sus hijos: jamás han interferido o expresado objeción alguna en relación con ellas, fuera cuales fueran las circunstancias. Le debemos a mi padre ser igualmente respetuosos con sus afectos y sentimientos, un espacio en el que nadie tiene derecho a inmiscuirse.
Sí, cuando la noticia salió en mayo ya mis padres se habían separado y habíamos hablado entre nosotros sobre los que sucedía.
Cuando ocurrió esa reunión familiar en Nueva York a la que usted se refiere, ya varios de nostros sabíamos lo que estaba ocurriendo. Sabíamos que mi padre regresaría de Nueva York a vivir una vida independiente de mi madre. Era una reunión que se había programado con muchísima antelación y que mis padres no quisieron frustrar por obvias razones: había nietos de por medio, además de hijos. Que hubiera una separación en proceso no significaba que no hubiera razones importantes para celebrar. Ha sido un matrimonio muy exitoso, como es obvio.
Sí, Isabel Preysler me parece una persona interesante, una persona elegante y, evidentemente, representa para mi padre algo importante. Nadie hace lo que ha hecho mi padre si no siente por otra persona afecto genuino. Yo respeto profundamente su decisión, exactamente igual que respetaría la decisión de mi madre si ella decidiera rehacer su vida con otra persona.
No me corresponde a mí ni a nadie más que a ellos decidir si quieren casarse, pero mostraría el mismo respeto que le he mostrado hasta ahora y le desearía suerte, como lo haría si se tratase de mi madre. Es lo natural en hijos que tiene consideración por las decisiones de vida que toman sus padres.
El proceso de separación se lleva a cabo de un modo privado y amistoso y mi deseo es que siga siendo así. Yo estoy seguro de que todo lo que ocurra ocurrirá de un amanera civilizada y armónica. Ambos saben que cuentan con mi compañía y apoyo en ese proceso. Un proceso en el que sobra cualquier persona que no sean los padres y los hijos.
Que en el clan de los Vargas Llosa existen dos bandos diferenciados no es ningún secreto. Cuando estalló el escándalo de que Mario mantenía una relación sentimental con Isabel Preysler e iba a separarse de Patricia Llosa, los tres hijos del matrimonio peruano se posicionaron a favor y en contra de la nueva ilusión del literato. Si Gonzalo y Morgana quisieron mostrar todo su apoyo a su madre Patricia y rompieron toda relación con el Nobel, Álvaro se ha mostrado más templado y ha optado por permanecer al lado de sus dos progenitores. No ha dudado en ofrecer apoyo a su madre, pero también ha defendido a su padre de todos aquellos que le acusaron de haber de haber traicionado a su familia.