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Karmele Marchante posa con la estelada y pide que se quemen los bancos
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Karmele Marchante posa con la estelada y pide que se quemen los bancos

La colaboradora saca su lado más guerrero para defender la independencia de Cataluña, causa a la que asegura "presto mi imagen de popularidad, no de famoseo"

Foto: Imagen de Karmele en Interviú
Imagen de Karmele en Interviú

Karmele Marchante en realidad se llama Maria del Carmen y es catalana. De hecho, asegura que habla catalán en la intimidad porque es su lengua materna, y en los últimos meses se ha convertido en una de las caras más conocidas del independentismo catalán. Y eso que “ni sirvo ni me interesa la política”, dice, su única misión ha sido “prestar mi imagen de popularidad, que no de famoseo”.

Su última 'acción política' ha sido desnudarse para la revista Interviú, donde posa con una estelada y asegura que “creo en la independencia de Cataluña por razones históricas, económicas y sentimentales”, y que su sueño es ver una Cataluña “republicana, independiente, laica, fuerte, potente y generosa”.

Sin embargo, y aunque sus declaraciones en la revista no dejan títere con cabeza (y eso que se niega a hablar de su trabajo en Sálvame), la mecha la ha encendido con unos comentarios en Twitter donde ha pedido la quema delos bancos que han cuestionado la soberanía catalana. “El banco Sabadell y La Caixa hacen boicot a la independencia. ¡Que se vayan y las quemen!”, tuiteó. Ante la polémica generada, la periodista lejos de rebajar la tensión añadió “que se vayan, que se vayan… No sirven para nada. Muerte a la Banca”.

Son varias las críticas y los reproches que ha recibido en las redes sociales. Ella se ha defendido amparándose en elArtículo 18 de la Constitución. “Ius Retorquendi, derecho de cualquier persona a criticar. Metáfora o alegoría amparada en el artículo 18”, subrayaba.

Karmele Marchante en realidad se llama Maria del Carmen y es catalana. De hecho, asegura que habla catalán en la intimidad porque es su lengua materna, y en los últimos meses se ha convertido en una de las caras más conocidas del independentismo catalán. Y eso que “ni sirvo ni me interesa la política”, dice, su única misión ha sido “prestar mi imagen de popularidad, que no de famoseo”.

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