Lo que dijo Vargas Llosa en el Ateneo mientras el chófer de Preysler esperaba fuera

La convocatoria organizada en el Ateneo de Madrid por la plataforma Libres e Iguales para presentar el debate Llamamiento a la responsabilidad civil del pueblo catalánen la que participaban intelectuales, periodistas y políticos no ejercientes como Joaquín Leguina o Paco Vázquez tenía un marcado acento informativo de carácter estrictamente político.

En este tipo de reuniones no suele ser habitual que los temas a debatir despierten interés en otras áreas del periodismo, como pueda ser el de la crónica social. De hecho, este grupo tan heterogéneo se ha reunido en otras ocasiones sin el altavoz mediático de la tarde de este martes. Pero esta vez había un ponente especial. Uno que, además de la vertiente académica, intelectual y reivindicativa de la unidad de España, se ha convertido en personaje del corazón tras posar con su novia, Isabel Preysler. Este protagonista era Mario Vargas Llosa, quien llevó hasta el Ateneo de Madrid cámaras y prensa ajena a su mundo habitual.

El escritor es uno de los fundadores de este grupo. Fue el primer ponente en salir al escenario. El público le recibió con un gran aplauso. Sin papeles ni apoyo de ninguna chuleta, habló de libertad, de educación, de no sentirse extranjero en un lugar en el que se ha nacido, del derecho a no ser excluido. "Viví en Barcelona muchos años y tengo grandes amigos allí. Estoy aquí porque quiero volver cada vez que me plazca”, señaló con esa voz potente que conocen muchas de las personas que acudieron en su día a verle al teatro cuando hacía su dueto con Aitana Sánchez-Gijón.

Con el mismo tono, tuvo palabras emotivas para su agente literaria, Carmen Balcells, fallecida este lunes. "Hoy quiero dedicarle mis palabras emocionadas a una mujer extraordinaria, inteligente, generosa que acaba de fallecer. Mi querida y admirada Carmen Balcells, que fue catalana, española y mujer de mundo".

“Me encuentro mejor que nunca”

Vanitatis habló con el escritor sobre su futuro profesional. Aunque el nombre de Isabel Preysler estaba en la mente de muchos de los presentes, supo evitar las preguntas. Dentro de unos días se trasladará a la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, Estados Unidos), donde impartirá clase magistrales hasta el mes de diciembre. El nobel prefirió ceñirse al tema del debate, pero fue muy explícito al preguntarle cómo era su situación anímica y afectiva: "Me encuentro divinamente. Mejor que nunca".

Antes de que finalizarael acto y con una carambola teatral de Albert Boadella, Vargas Llosa salió del escenario. Antes había comentado: "Tengo que ir al Teatro Real, a la inauguración de la temporada. Van los Reyes y no puedo llegar tarde". Tampoco podía hacer esperar a su novia. El coche de Isabel Preysler y su chófer le esperaban en la puerta.

Además de Vargas Llosa y el mencionado Boadella, el resto de ponentes de esta mesa redonda fueron: Félix de Azúa, Arcadi Espada, José María Fidalgo, Mercedes Fuertes, Andrés González, Santiago González, Carmen Iglesias, Federico Jiménez Losantos, Joaquín Leguina, Teodoro León Gross, Nicolás Redondo Terreros, Fernando Savater, Francisco Sosa Wagner, Gabriel Tortella, Santiago Trancón, Andrés Trapiello y Francisco Vázquez.